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Actividad comercial internacional: UE y España

La actividad comercial internacional en los últimos tiempos se ha convertido en uno de los pilares fundamentales de la economía. No solamente a nivel nacional, sino internacionalmente, con el impulso de las estrategias de marketing. La Unión Europea (UE) es la primera potencia comercial con el 20 % de las importaciones y exportaciones mundiales. El libre comercio entre sus países miembros es uno de los principios en los que se basa. Además, la UE está comprometida con la liberalización de la actividad comercial internacional. El principal objetivo de las políticas europeas sobre actividad comercial es acelerar el crecimiento. Solo un crecimiento económico sostenido puede crear puestos de trabajo de calidad que garanticen nuestro Estado del bienestar.

Enfoque de la actividad comercial en la Unión Europea

El futuro económico de la Unión Europea pasa por mantener una ventaja competitiva en productos innovadores de alto valor, que generan empleos de larga duración y bien remunerados. Una actividad comercial internacional eficaz requiere el apoyo de los servicios de transporte, de telecomunicación, financieros, empresariales y profesionales. Los servicios representan el 70% de la producción mundial, pero solo una quinta parte de la actividad comercial internacional. Esto se debe en gran medida a que los aranceles en el sector servicios superan el 20%. Para esto, se está buscando una mayor apertura a algunos países vecinos en sectores como los servicios financieros, postales y de telecomunicación.

¿Cómo está evolucionando la actividad comercial internacional?

En la actualidad, la mitad de la actividad comercial internacional se produce entre filiales de empresas multinacionales, que intercambian bienes y servicios intermedios. La Comisión ha propuesto una política global europea en materia de inversión para satisfacer las necesidades de los inversores de los Estados miembros. Junto con la liberalización de las inversiones, intentará integrar la protección de las inversiones en las negociaciones comerciales en curso. Los intercambios comerciales son fundamentales para la difusión de la innovación y las nuevas tecnologías en todo el mundo.

Es el caso en los «nuevos» sectores, como las telecomunicaciones, se aboga por la ampliación de la moratoria sobre los aranceles aplicables al comercio electrónico. Los obstáculos reglamentarios al comercio de bienes, servicios e inversiones son especialmente perjudiciales. Los países tienen derecho a establecer sus propios niveles de protección frente a la actividad comercial internacional y a legislar en consecuencia. Saber que existen esas normas y que se hacen cumplir tranquiliza también a los consumidores. La ausencia de normas comunes y las diferencias legislativas suponen un coste operativo para las empresas. La tendencia es a eliminar las barreras de la actividad comercial en sectores estratégicos, como automóvil, productos químicos o servicios en línea.

Las políticas comerciales han creado más puestos de trabajo en la UE en sectores estratégicos, pero han destruido empleo en otros sectores. Por tanto, la apertura del mercado debe ir acompañada de políticas que preparen a las personas a adaptarse a esos cambios. Promover una actividad comercial internacional sostenible es un reto importante. Por tanto, la integración de los países en desarrollo en la economía mundial contribuye a erradicar la pobreza.

Control de la actividad comercial internacional

La estrategia de acceso a nuevos mercados es un elemento clave en la actividad comercial internacional. La colaboración con los Estados miembros y las empresas ha permitido crear equipos sobre el acceso a los mercados en terceros países y en Bruselas. Medidas concertadas entre la Comisión, los Estados miembros y las empresas han contribuido a eliminar obstáculos en un amplio número de sectores. Con el objetivo de reforzar el control de la actividad comercial internacional, se ha potenciado la vigilancia de la aplicación de los acuerdos de libre comercio. De la misma manera, se ha cooperado también con terceros países con los que se comparten problemas de acceso a los mercados en casos específicos. Para esto, se han desarrollado medidas de control de las exportaciones que mejoran el entorno empresarial para los exportadores europeos.

El movimiento de capitales en la actividad comercial internacional

La Unión Europea establece entre sus objetivos principales la eliminación de las restricciones a los movimientos de capitales entre los Estados miembros, y ello dentro del marco general de la consecución del mercado interior; se trata de dar un. El objetivo es conseguir un sistema financiero comunitario eficiente, estable, consolidado y atractivo. La actividad comercial internacional en la Unión Europea se ve fortalecida por los siguientes factores:

  • Obligación de los Estados miembros de suprimir las restricciones relativas a los movimientos de capitales entre Estados miembros.
  • Garantía de que las transferencias de capitales se realizan al mismo tipo de cambio que en las transacciones ordinarias.
  • Obligación de los Estados miembros de notificar a los organismos competentes sobre las medidas que regulan la liquidez bancaria.
  • Procedimientos para que los Estados miembros puedan tomar medidas de protección que restrinjan determinados movimientos de capitales.
  • Los Estados miembros deberán lograr el mismo grado de liberalización en las operaciones relativas a movimientos de capitales hacia terceros.

¿Cómo afecta la libre circulación de ciudadanos a la actividad comercial internacional?

La Unión Europea contempla extender los beneficios de la legislación comunitaria sobre la libre circulación de trabajadores. En este sentido, se busca reforzar las normas relativas a la igualdad de trato entre nacionales y acogidos. El derecho de residencia de los desempleados afecta la actividad comercial internacional por varios motivos:

  • Mismas oportunidades y condiciones de empleo para los nacionales que para los ciudadanos procedentes de otros Estados miembros
  • Igualdad de trato respecto a la afiliación a sindicatos y a la elegibilidad a cargos sindicales.
  • Igualdad de trato respecto a la vivienda, incluyendo préstamos y ayudas.
  • Los familiares de un trabajador en otro Estado miembro tendrán derecho a vivir con él y a disfrutar de los mismos beneficios sociales.

Actividad comercial internacional: el caso español

La Unión Europea establece un marco común para el comercio internacional de los Estados Miembros con países no miembros. Este marco rige la actividad comercial internacional de todos los estados miembros, incluido España. Por su parte, cada país que no pertenece a la Unión Europea tiene sus propias normas de comercio internacional. En general, las normas de comercio internacional regulan cada caso según país de origen, país de destino, mercancía, servicio o inversión. Hay que considerar las condiciones de las mismas para cada caso. España aplica el marco comunitario para el comercio exterior al formar parte de la Unión Aduanera junto con los demás Estados Miembros.

¿Cómo se planifica la actividad comercial internacional?

A la hora de trasladar la actividad comercial a un ámbito internacional hay que diferenciar siete campos fundamentales:

  • Mercancías: Las exportaciones e importaciones de productos son libres como regla general en España. Existen excepciones para determinados productos, pero se establecen condiciones o límites: autorización previa de la administración del Estado; notificación de la exportación o la importación a la administración; certificación de los productos para garantizar que cumplen determinados requisitos de calidad.
  • Servicios: prestar servicios supone realizar prestaciones inmateriales o intangibles, por ejemplo realizar un proyecto de ingeniería, asesorar jurídicamente. Los servicios son bienes muy diferentes de las mercancías o productos. Por ello hay normas jurídicas distintas para regular la actividad comercial internacional de servicios. Los Estados miembros de la Organización Mundial del Comercio aprobaron un tratado específico para ellos:»Acuerdo General de Comercio de Servicios«. Este tratado permite a cada estado determinar el grado de liberalización que concede a otros estados en materia de servicios.
  • Inversiones: en la Unión Europea y en España existe libertad para realizar inversiones o mover capitales procedentes o con destino a otros países. Las empresas, que invierten o mueven capitales en el exterior, están obligadas a declarar estas inversiones o movimientos de capital. España puede establecer condiciones, límites o prohibir las inversiones internacionales por razones de defensa, seguridad u orden público.
  • Mercado: el marketing de la empresa determinará qué mercados potenciar, qué mercados mantener y de cuáles retirarse. La decisión de eliminar mercados es crucial para la actividad comercial internacional de muchas empresas.
  • Política de empresa: normas generales que delimitan las actuaciones de marketing (p.e. política de precios).
  • Programación de acciones: especificar la utilización de las herramientas del marketing, la gestión del producto, precios, distribución y refuerzo de la oferta.
  • Control: transcurrido el tiempo previsto, se miden los resultados y acciones.

 ¿Cómo se aborda la actividad comercial internacional desde el marketing?

El marketing debe facilitar la reflexión y análisis de las acciones necesarias para alcanzar los objetivos. Solo de este modo se podrá desarrollar con éxito la actividad comercial internacional. Es, por tanto, una herramienta que guía la acción para promover la aportación de diferentes personas, departamentos, equipos y filiales. Además, permite coordinar múltiples mercados, facilitando la obtención de sinergias y ventajas competitivas. La planificación en el marketing internacional es, además, un instrumento para coordinar esfuerzos en el corto, medio y largo plazo. Los objetivos deben estar definidos en el tiempo, ámbito geográfico, ser cuantificables, alcanzables y precisos.