¿Cómo prefieres afrontar el año nuevo? ¿Eres de los que tiene una larga lista de propósitos o de los que se deja llevar sobre la marcha? Sea como fuere, nuestra cultura nos empuja a celebrar la entrada del nuevo año, pero es cierto eso de ¿año nuevo, vida nueva?
El 2020 ha sido un año raro, probablemente el más atípico de nuestras vidas. Hemos vivido sometidos a una incertidumbre constante, que aún arrastramos. Por esta razón, ahora más que nunca, esta fecha está cargada de esperanza para muchos.
La mayoría de gente vive la transición del 31 de diciembre al 1 de enero como un punto de inflexión. Pero seguramente, este año lo sea mucho más. Ya que todos deseamos que el 2020 quede en el recuerdo cuanto antes.
Año nuevo, vida nueva: ¿cómo afrontar los nuevos retos?
No está demostrado que el comienzo de un año sea un detonante para una motivación extra. Sin embargo, para algunos supone un empujoncito para llevar a cabo nuevos retos o acabar algunos asuntos pendientes.
El 2020 nos ha dejado con muchos sueños en el tintero. Por lo que hemos depositado altas expectativas en el 2021. Pero, ¡calma! No todo volverá a ser como antes en unos pocos días. Recuerda que “Roma no se hizo en un día”.
¡Aprovecha la motivación del año nuevo! Justo en este momento tus niveles de endorfinas deben estar por las nubes debido a las emociones vividas, sácales partido.
¿Sabes qué quieres lograr? ¿Cómo deseas sentirte? ¿Cómo lo vas a conseguir? Responde a estas preguntas antes de marcarte un reto. De lo contrario, será difícil poner en marcha lo de año nuevo, vida nueva.
La motivación, el motor del cambio
Podemos hablar de la motivación como la iniciativa que nos mueve a hacer algo. El impulso para elegir una opción y luchar por conseguirla. Este concepto es aplicable a todos los aspectos de nuestra vida, desde el ámbito laboral al personal o académico.
Por esta razón, los psicólogos utilizan esta técnica muy a menudo. Si nos fijamos en la pirámide de Maslow, primero debemos satisfacer las necesidades básicas y poco a poco iremos escalando hasta la autorrealización.
Para llegar al punto más alto de la pirámide debemos tener los recursos adecuados, entre los que podemos encontrar la motivación. De esta forma, podremos desarrollar mayor seguridad en nosotros mismos y conseguir los retos que nos proponemos.
En conclusión, si quieres cambiar tus hábitos, la motivación es uno de los pilares para poder lograrlo. Pero no es el único factor que influye y, sobre todo, ten en cuenta que puede desaparecer.
Las oportunidades que te ofrece el cambio de año
Ya lo hemos dicho: el año nuevo es un elemento motivador. ¿Por qué no aprovechar las oportunidades que nos ofrece? Al comienzo del año es habitual ver ofertas de actividades deportivas, formación académica, cursos de diversa tipología,…todo lo que puedas imaginar. Es por tanto, el mejor momento para elegir qué quieres hacer, ya que existen muchas posibilidades.
Nuestro consejo es que pienses detenidamente por qué te gustaría aprender inglés, por ejemplo. Valora si tienes el tiempo suficiente para realizar ese curso y después…¡ponte manos a la obra!
No te olvides de ser realista cuando fijes tus planes. Es imposible que seas capaz de ir al gimnasio cinco veces por semana, si no practicas deporte habitualmente. Presta atención a esto: si no eres realista, tu motivación irá desapareciendo con el paso del tiempo. De este modo, será imposible que cumplas tus objetivos previstos.
Para finalizar queremos recalcar que el año nuevo no tiene porqué llevar a una vida complemente nueva. Si estás a gusto contigo mismo, ¡disfrútalo! No tienes porqué dar un cambio drástico, pero siempre estás a tiempo de mejorar algunos aspectos. Haz la comprobación y sé tú mismo quien determine si el «año nuevo, vida nueva» es una realidad o solo una frase hecha.