¿Confiaría en una empresa que no le expone la propuesta para su negocio? ¿O en una organización que comienza a actuar antes de plasmar sus ideas? Probablemente, estas compañías estén abocadas al fracaso. En el mundo de la publicidad, el brief publicitario da respuesta a esta demanda.
Se trata de una herramienta donde se recopila información de gran valor tanto para los clientes como para la empresa en sí misma. De esta forma, se puede realizar una propuesta para un proyecto ajustada a las necesidades reales de ambos.
En este documento tienen cabida los análisis de mercado u otras cuestiones que sean relevantes para llevar a cabo un proyecto.
Aunque es una primera toma de contacto con la idea, servirá a lo largo de todo el proceso para guiar los movimientos hacia la consecución de los objetivos previstos.
¿Cómo realizar un brief publicitario?
Históricamente, este término proviene del lenguaje militar. Se refiere a las reuniones oficiales donde se detallaban las instrucciones de las operaciones. En este sentido, su adaptación a la publicidad tiene el mismo objetivo: ofrecer minuciosamente la información sobre los procedimientos antes de realizarlos.
Dicho esto, para elaborar un brief publicitario es necesario un entendimiento entre la empresa y el cliente. Si se aborda como un documento formal se requerirá mayor documentación e investigación. Mientras que si es de carácter informal, con una conversación entre ambos agentes puede ser suficiente.
Este es el punto de partida, donde ambas partes se escuchan y comprenden lo que buscan. Aunque no existe un modelo único, todos los brief publicitarios deberían contener elementos como información sobre la empresa, datos técnicos o el trabajo a realizar.
Información sobre la empresa
La empresa que contrata los servicios publicitarios debe estar correctamente retratada en nuestro documento. Esto quiere decir, que sus valores, posicionamiento, sector o su ventaja competitiva deben estar definidos en el brief publicitario.
De este modo, las actuaciones serán respetuosas con su espíritu. De lo contrario, podría desarrollarse una idea que fuese en una dirección distinta a la que pretenden ofrecer. O sus clientes podrían mostrarse confundidos y no reconocer a la marca.
Asimismo, pueden conocerse sus puntos fuertes para sacarles mayor partido. Y minimizar aquellos que son más desfavorables para la compañía.
Objetivos
¿Qué queremos conseguir? Esta cuestión es muy variable, pues habrá empresas que solo busquen mejorar su reputación. Mientras que otras deseen alcanzar un número fijo de suscripciones. Por ello, debemos definir los indicadores que medirán el éxito de nuestro proyecto. Así como lo que buscamos que el consumidor haga.
Target
El target es el cliente ideal. Es decir, a quién va dirigida nuestra campaña. Si no se fija bien este perfil, los objetivos no podrán cumplirse. Ya que no recibiremos la respuesta deseada.
Desarrollo de las acciones
La estructura del proyecto también debe estar plasmada. De esta forma, el documento servirá de guía durante su puesta en marcha. Deben establecerse todos los detalles, por insignificantes que parezcan.
Tipo de lenguaje, colores, secciones o imágenes. Cualquier elemento inadecuado puede suponer el fracaso de la acción publicitaria. Por esta razón, no debemos olvidar a nuestro público objetivo y a los valores de la compañía.
Dinero y tiempo
Se trata de un negocio, por lo tanto, necesitarán saber cuánto les va a costar y cuándo estará listo. El presupuesto debe estar claro desde el comienzo, ya que el cliente así podrá valorar si puede invertir en esta acción.
Por otra parte, el timing hace referencia al cronograma que debe seguir la empresa para desarrollar el proyecto en el tiempo acordado. Deben ser realistas y concretas.
Tipos de briefing según las necesidades del proyecto
Los briefings pueden ser de distintas tipologías en función de las necesidades del proyecto que vamos a abordar. Es decir, dependiendo de su categoría tendrán unas características propias que ayudarán al desarrollo de las tareas. Y finalmente, al cumplimiento de los objetivos previstos.
De este modo, los cuatro tipos más habituales de brief son el publicitario, creativo, de marketing y de negocios. A continuación los explicamos más detalladamente:
- Publicitario: se utiliza habitualmente para planificar las campañas. Desde el tono de la comunicación hasta los canales o proposiciones de ventas. Todo aquello que sirva para enmarcar los datos principales.
- De marketing: centra sus características en un proyecto de esta área. Se diferencia del anterior en que este actúa como punto de partida. Sienta las bases para que después puedan lanzarse las campañas.
- Creativo: está enfocado en un nivel gráfico y de diseño. Las ideas se plasman a través de estas metodologías para hacer visible la idea intangible.
- De negocios: aunque utiliza la misma estructura que el brief de marketing, su enfoque es estratégico. Es decir, dirigido al lanzamiento de un proyecto.
El valor del insight en un brief publicitario
El brief publicitario busca plasmar un proyecto para poder desarrollarlo. Y previsiblemente, esta idea busque mejorar algún aspecto de la compañía que la solicita.
Sin embargo, en muchas ocasiones las empresas no van más allá de lo superficial, de lo que todos somos capaces de ver. Por esta razón, aquellos que indagan y llegan hasta la profundidad, son más valiosos.
El insight no tiene una definición unificada. Pero la mayoría de expertos se refieren a este concepto como un trabajo de introspección para detectar pensamientos, sentimientos o formas de actuar de los consumidores.
Es decir, es escalar hasta lo más profundo de los clientes. Para averiguar qué quieren y cómo lo quieren. De esta forma, el éxito está asegurado, ya que hemos comprendido a nuestro target.