Coaching transpersonal

El coaching transpersonal aplicado a los RRHH

Dentro de las organizaciones, los profesionales de los recursos humanos deben ir más allá de típicas tareas del departamento,  como la selección de personal o la gestión de las ausencias.  Su labor debe verse reflejada en el bienestar de los trabajadores y, para ello, disciplinas como el coaching transpersonal son de gran ayuda.

Esta rama del coaching se ha popularizado en los últimos años debido a que ofrece una perspectiva más allá de lo racional, llegando más profundo. Por lo tanto, puede ser una manera de ahondar en el problema y, por ende, alcanzar una solución.

Se trata de una metodología que puede aplicarse a distintos ámbitos, por lo tanto, será beneficiosa tanto para el plano personal como el profesional o el académico. Al fin y al cabo, un empleado no está desligado del resto de factores que influyen en su vida.

¿Sabes cómo puede ayudar dentro de las organizaciones? Sigue leyendo este post para conocer más sobre esta disciplina y sus beneficios dentro de las empresas actuales.

Entendiendo el coaching transpersonal

El coaching transpersonal busca una visión que integra el cuerpo, la mente, las emociones y el espíritu. Se centra en ir más allá de la persona y en ser conscientes de que somos responsables de nuestros actos, emociones y palabras.

Estos elementos influyen en las relaciones personales dentro de nuestro entorno. Por lo tanto, entrenar a través de esta disciplina nos permite mejorar las habilidades comunicativas, nuestra inteligencia emocional y otras capacidades como la asertividad.

Los cuatro pilares

El coaching transpersonal se sustenta sobre cuatro pilares, que son la base para encontrar el equilibrio de forma individual. Los explicamos a continuación:

  • Inteligencia mental: se localiza en el cerebro, donde se reciben los estímulos y nos permite transformar nuestra conducta. En el ámbito laboral, puede ayudarnos a modificar conductas arraigadas con connotaciones negativas y dar pie a asumir retos.
  • Inteligencia corporal: la entendemos como aquella que nos facilita la emisión y recepción de los mensajes de nuestro alrededor. De esta forma, podemos entrenar nuestros sentidos para mejorar esta capacidad.
  • Inteligencia emocional: está relacionada con la parte de las emociones y es una de las que más se potencian hoy en día por su relevancia en nuestra manera de comprender y de expresarnos. En el trabajo puede ser muy útil para gestionar el estrés o los conflictos entre compañeros, por ejemplo.
  • Inteligencia espiritual: esta es la más abstracta de todas y tiene relación con nuestra identidad personal en relación con el resto del universo. Es decir, obtener una percepción de nosotros y nuestras relaciones de forma amplia. Esto permite aumentar nuestra conciencia y mantenernos conectados a la empresa por sus valores o misión.
Coaching transpersonal en RRHH
El coaching transpersonal aplicado en las empresas puede ser una forma de mejorar el bienestar de los trabajadores y multiplicar su motivación.

El coaching transpersonal en los recursos humanos

En primer lugar, debemos entender que el coach es el profesional que se encarga de llevar a cabo la metodología del coaching. Donde trabaja con las personas interesadas para desarrollarse y avanzar en los diferentes aspectos.

En este sentido, cuando hablamos del coaching en los recursos humanos entendemos que estos profesionales cuentan con una formación especializada para guiar a los participantes. Por ejemplo, nuestro Máster en factor humano, coaching y mentoring.

Teniendo en cuenta esto, mediante esta disciplina, las empresas pueden poner a disposición de sus empleados las herramientas para ayudarlos a desarrollar su máximo potencial tanto dentro de la compañía como en su vida personal.  

En conclusión, contar con profesionales de los RRHH con una formación especializada en coaching puede ser una apuesta con grandes beneficios para el bienestar de los empleados y de la empresa, en general. Mediante su aplicación dentro de la compañía podremos mejorar aspectos como los siguientes:

  • Organizar nuestra actividad laboral, así como los equipos.
  • Fijar metas y objetivos.
  • Potenciar las habilidades personales.
  • Aumentar la confianza en uno mismo.
  • Incrementar la automotivación.
  • Fomentar hábitos saludables.
  • Encontrar la paz y serenidad.

Y otras muchas cuestiones ligadas a los cuatro pilares que mencionábamos. El futuro de la empresa puede ser mejor, ¿vas a desaprovecharlo?