¿Quién ganaría si se enfrentasen Debian vs Ubuntu? No estamos planteando una pelea en un ring sino un enfrentamiento de distribuidores de Linux. Si te quedas, podrás conocer a los dos contrincantes en profundidad. Además, un secreto, al final anunciaremos quién gana esta batalla tecnológica.
Para empezar, ¿qué es Linux? ¿y qué es la distribución? Si no tienes muy claros estos conceptos, o acabas de aterrizar en el mundo del software informático, te lo explicamos todo paso a paso. También te animamos a revisar nuestros estudios en el área informática para conseguir una mejor especialización.
El mundo de Linux
Linux es un kernel (núcleo de sistema) de sistema operativo de tipo Unix con licencia GNU GPL. Estos cuentan con todo lo necesario para el funcionamiento de un ordenador y la mayoría se caracterizan por su gratuidad.
Por otra parte, utiliza el código libre. De esta forma, el usuario puede utilizar, copiar, modificar y redistribuir libremente sin importar el uso que se le vaya a dar (teniendo en cuenta los términos de la licencia GPL de GNU).
Además, Linux tiene otras características como multiusuario, multitarea y multiplataforma. Así como la posibilidad de utilizar el modo consola. Si no estás muy seguro de que este sea el sistema más adecuado para ti, o te gustaría hacer pruebas, puedes utilizarlo creando una máquina virtual.
Distribución de Linux
Entendiendo qué es Linux, comprender qué es la distribución o distro será sencillo. Se trata de mantener el kernel común y modificar el resto de componentes en función de su objetivo. Por lo tanto, podríamos decir que son diferentes software con un nexo de unión desde el que parten todos inicialmente.
Cada distro nace para satisfacer una necesidad, es decir, tiene una justificación. Por ejemplo, Ubuntu tiene como objetivo ser lo más amigable posible en el proceso de instalación o descarga de programas. O, si quieres instalar Linux en un servidor, la mejor opción será Debian.
Debian vs Ubuntu, ¿puede ganar solo uno?
Como ya empezarás a sospechar, esta batalla carece de sentido, pues cada sistema cubre unas necesidades determinadas. Así que dependiendo de los objetivos del usuario, elegirá uno u otro. No obstante, te los presentamos formalmente a continuación.
Debian
Debian es un sistema operativo libre que nace ligado al proyecto con el mismo nombre en 1993. Este se desarrolla gracias a los voluntarios de todo el mundo, su colaboración a través de Internet es fundamental para la mejora continua.
La naturaleza de este software es no comercial y su modelo de desarrollo es abierto. Estas son dos de las características que lo diferencian de otras distribuciones de GNU. No obstante, estos aspectos pueden consultarse en el Contrato Social de Debian. Es decir, el documento donde se recogen los valores morales que rigen las reglas.
Por ejemplo, hace referencia a que este software es 100% libre y siempre debe serlo. Además, es adecuado para distintos dispositivos como portátiles, PC de escritorio o servidores. Asimismo, los desarrolladores proporcionan actualizaciones en materia de seguridad, de esta forma, Debian se presenta como confiable y estable.
Por otra parte, las actualizaciones de versión pueden instalarse de forma sencilla y sin complicaciones. Además, Debian es la base de otras distribuciones. Es decir, sirve para ampliar las funcionalidades en base a lo que el usuario necesite. De ahí nace Ubuntu, pero de eso hablamos en el siguiente apartado.
También es reseñable que cuando hablamos de Debian no solo nos referimos al sistema operativo. Sino de igual forma, a la comunidad que genera este proyecto. Aquí se ponen de manifiesto esos valores que mencionamos al comienzo.
Ubuntu
Como ya habíamos adelantado Ubuntu surge de Debian. Es decir, actúa como base y se modifica para responder a unas necesidades concretas. Por lo tanto, también es un sistema operativo de Linux.
La principal característica es que está enfocado a mejorar la experiencia del usuario. Es decir, que su uso sea lo más fácil posible para esto. Por este motivo, permite la personalización de la apariencia y los elementos del escritorio. De esta forma, cada persona puede adaptarlo a sus necesidades.
Otra de sus ventajas es que la mayoría de las configuraciones no se almacenan en tu disco duro. Por lo tanto, si realizas alguna modificación en las piezas de tu dispositivo no tendrás que ajustar nada.
La tercera cuestión está relacionada con la instalación. Debian genera una cuenta root desactivada. Esto permite que los usuarios con menos experiencia no sufran por los cambios en el sistema.
Bueno, y ahora que los conoces quizás esperes un veredicto final, ¿verdad? Pues nuestra conclusión en la lucha Debian vs Ubuntu es que tú eliges quién gana. Depende de cuál sea el uso que le vayas a dar, podrás decantarte por uno o por el otro. Y si no te convencen…¡hay muchas más distribuciones!