Parte del éxito de una empresa depende de haber fijado correctamente sus objetivos. Es decir, si una organización no planifica adecuadamente lo que quiere conseguir, probablemente no llegue a ningún sitio. Queremos ayudarte a encontrar el camino para alcanzar tus objetivos SMART, ¿nos acompañas?
Cualquier camino es bueno si no sabes a dónde vas, decía uno de los personajes más conocidos de Alicia en el País de las Maravillas. Pero, si tenemos clara nuestra meta final, ¿por qué no coger un atajo a través de los objetivos?
No debemos confundir metas con objetivos. Las primeras son mucho más amplias e indeterminadas. Mientras que los segundos han de ser específicos, medibles, alcanzables, relevantes y establecidos en un tiempo determinado.
Por ejemplo, una meta empresarial podría ser llegar a ser la primera empresa del sector. Sin embargo, los objetivos serían alcanzar un 25% más de rentabilidad, poner a la venta un nuevo producto de una línea determinada y ampliar la plantilla de empleados el 10%.
Dicho de otro modo, los objetivos SMART deben ser definidos, seguidos y actualizados. Del mismo modo, si queremos contratar a más personal, la empresa debería preguntarse:
- ¿Cuántas personas quiero contratar?
- ¿Son necesarias?
- ¿Cuál será el coste de contratación?
- ¿Qué tipo de contrato tendrán?
Entonces, si la organización es capaz de dar respuesta a este tipo de cuestiones, podrá plantear objetivos SMART y, lo más importante, resultará más fácil cumplirlos.
¿Qué significan las siglas SMART?
Si no tienes claro por dónde empezar, continúa leyendo. Los objetivos SMART han utilizado estas siglas para agrupar las cinco características principales con una sencilla regla memotécnica.
Specific – Específicos
¿Qué quieres conseguir con tu objetivo? Esta es la primera cuestión que debemos responder. Definir aquello que queremos lograr de forma clara y entendible por todas las partes implicadas.
Debes hacer referencia a la tarea o acción que deseas alcanzar. Por ejemplo, queremos aumentar el tráfico orgánico de nuestra web de recetas en un 10% (de 1000 visitas mensuales a 1100). Cuantos más detalles añadamos, más podremos acercarnos a cumplir el objetivo.
Measurable – Medible
¿Cómo vas a medir tus objetivos? Para poder interpretar los resultados es necesario que los objetivos sean específicos. Siguiendo con el ejemplo anterior, no podremos medir si hemos logrado incrementar el tráfico web si ni siquiera sabemos cuánto queremos mejorarlo.
Existen multitud de herramientas que pueden ayudarnos a realizar este paso de forma automatizada. Por lo tanto, el seguimiento será más sencillo y exacto.
Attainable – Alcanzable
¿Puedo hacerlo con los medios que dispone mi empresa? A veces, se tiende a idealizar el negocio. Está bien soñar y tener grandes metas, pero plantear objetivos realistas será mucho más beneficioso para tu organización.
Por lo tanto, debemos tener en cuenta la situación de la compañía y los recursos con los que podemos contar. En el caso de nuestro ejemplo, sería poco útil aspirar a duplicar nuestras visitas cuando hemos analizado que las visitas aumentan tan solo un 10% anualmente.
Relevant – Relevante
¿Por qué es importante para tu empresa o clientes? Los objetivos deben estar en línea con la filosofía del negocio. Ambos deben dirigirse hacia el mismo lugar. De lo contrario, la compañía estará yendo hacia otra parte distinta a la que plantean los objetivos generales del negocio.
Entonces, si los objetivos generales de nuestra compañía son alcanzar los primeros puestos en los buscadores, tendría sentido plantear cuestiones relacionadas con el SEO y el tráfico a través de palabras clave.
Timely – Tiempo determinado
¿En cuánto tiempo queremos conseguir los objetivos? Determinar los plazos es imprescindible. Si no fijamos el periodo en el que dedicaremos nuestros esfuerzos a una acción, puede que se extienda sin alcanzar finalmente el objetivo.
Ventajas de los objetivos SMART
Las empresas y los objetivos SMART deben conformar una alianza. Si ambos miran hacia la misma dirección el éxito estará asegurado. Por lo tanto, el planteamiento de nuestros propósitos supondrá grandes ventajas para la organización, por ejemplo:
- Son fáciles de entender: todas las partes implicadas podrán conocer y comprender lo que queremos lograr.
- Requieren un plan de acción: esto ayuda a clarificar las actividades que se llevarán a cabo.
- Otorga una visión realista: el análisis de la situación permite conocer las posibilidades y adaptarlas a nuestros retos. Garantizando su cumplimiento.
- Permite el seguimiento de los proyectos: al tener una planificación exhaustiva podemos controlar si se cumplen las acciones dentro de los plazos.
- Facilitan la asignación de tareas: cada empleado puede conocer quién es su responsable, cuál es su equipo y que actividad debe realizar.
¡Ahora te toca a ti!
Si te preocupa el crecimiento de tu empresa, la gestión de redes sociales,…o cualquier otro aspecto relacionado con el entorno de tu organización. Recuerda: objetivos SMART. Una buena planificación de tus propósitos te ayudará a alcanzarlos.
En este ámbito, no vale cualquier camino. Elegir el adecuado te llevará al lugar que deseas. Por ello, define tus objetivos con rigor, pensando en tu público y en tu propia organización; y no olvides realizar un seguimiento durante el periodo de acción previsto.
¿Estás preparado?