Si tienes una buena idea, ¡protégela! Si has desarrollado un producto no lo divulgues sin haberlo registrado, de lo contrario, alguien podría aprovecharse de tu proyecto. Hoy vamos a contarte la diferencia entre patente y modelo de utilidad. Te contaremos las cuestiones más relevantes para que puedas escoger que opción es más adecuada para ti. ¡Lee más aquí!
Cuando tenemos una idea y desarrollamos el producto es crucial realizar un registro legal para que conste que somos sus creadores. De esta forma, podemos rentabilizar la idea e, incluso, convertirnos en referentes dentro de nuestra área. Por el contrario, si no lo hacemos, otra persona podría copiar nuestro proyecto y beneficiarse de ello.
Principales diferencias entre patente y modelo de utilidad
Una patente de invención es, según la RAE, “un documento en el que oficialmente se le reconoce a alguien una invención y los derechos que de ella se derivan”. Por otra parte, un modelo de utilidad se define como “el derecho de explotar en exclusiva una invención, impidiendo a otros su fabricación, venta o utilización sin consentimiento del titular”.
Con estas definiciones no es fácil atisbar cuál es la diferencia entre patente y modelo de utilidad. No obstante, a continuación vamos a ver cuáles son los aspectos que las separan y cuál es más eficiente para proteger un proyecto. Antes de esto, debes saber que para realizar un registro de patente o modelo de utilidad el invento debe cumplir tres requisitos:
- Novedad: la idea debe ser novedosa, es decir, que nadie la haya registrado antes. Por ello, es importante no difundirlo o publicarlo previamente a la solicitud de la patente o modelo de utilidad.
- Actividad inventiva: que no sea resultante de manera evidente para un experto en el área. Es decir, que no pueda llegarse a la conclusión con la combinación de inventos existentes.
- Aplicación industrial: se da cuando el objeto se puede fabricar o utilizar en cualquier industria.
Objeto de protección
La patente protege de un modo completo y complejo. Es decir, aquellos inventos que “consisten en dar a un objeto o producto una configuración, estructura o composición de la que resulte alguna ventaja prácticamente apreciable para su uso o fabricación”, según la Ley de Patentes.
Por su parte, los modelos de utilidad tienen el objetivo de proteger inventos que mejoran la usabilidad de un producto existente. Por lo tanto, cuando no se alcanza el nivel necesario para registrar una patente, las ideas se pueden proteger de ese modo. Un ejemplo de patente podría ser la escoba para barrer. Mientras que un modelo de utilidad podría ser un palo más ergonómico para evitar dolores de espalda.
Además, las invenciones de procedimiento no pueden registrarse como modelo de utilidad, deben realizarse siempre como patentes.
Actividad inventiva
Solo una palabra en el artículo 140 de la Ley de Patentes expone la diferencia en este aspecto, por lo tanto, la distancia entre ambas es muy laxa. Lo cierto es que los modelos de utilidad exigen que el invento no resulte MUY evidente para un experto en la materia. Mientras que en la patente se omite este adverbio.
Duración
La patente tiene una duración máxima de 20 años desde su registro. Por otro lado, los modelos de utilidad solo se aplican durante 10 años. Eso sí, cada año deberán abonar las tasas correspondientes para que la protección continúe vigente.
Internacionalización
Los modelos de utilidad no existen en todo el mundo, por lo tanto, ese registro podría no ser suficiente para proteger tu idea a nivel internacional. En este sentido, las patentes sí están presentes en todo el mundo.
Este es un resumen de la diferencia entre patente y modelo de utilidad para que puedas determinar qué es mejor para ti y tu proyecto. Pero recuerda que hay otras formas de proteger tus ideas como el copyright y otros tipos de métodos para la protección intelectual. para otros ámbitos de aplicación. ¡Infórmate y actúa!