Y tú, ¿qué prefieres…un buen entorno laboral o una remuneración más alta? Aunque en primera instancia todos pensamos en el dinero, la mayoría de los profesionales valoran más un clima agradable en el trabajo.
Entendemos que el entorno laboral es todo lo que se genera alrededor de la experiencia dentro de los lugares de trabajo. Para realizar una evaluación de si es favorable o no, podríamos hablar de factores tangibles e intangibles.
Por ejemplo, los intangibles pueden ser las relaciones entre compañeros, la conciliación, la confianza, el reconocimiento o el respeto. Mientras que los tangibles son aquellos que están relacionados con incentivos laborales, aumento de salario, mobiliario ergonómico, disposición de recursos,…
En el teletrabajo es más complejo delimitar esta categoría tangible por motivos evidentes. Pero la empresa podría ofrecer servicios como bonos de gimnasio o desayunos saludables para las familias, por ejemplo. Así como suministrar todo el material de oficina necesario.
Factores que influyen en el entorno laboral
Ya hemos avanzado que existen dos categorías que nos permiten evaluar el entorno laboral basándonos en lo material y en lo inmaterial. No obstante, existe una subdivisión donde podemos encontrar factores más específicos como:
- Estructurales: se refiere a la organización de las actividades de la empresa, donde entran las normas, reglas y políticas que rigen el desarrollo del negocio.
- Personales: las características de cada trabajador (personalidad, valores, motivaciones, vida personal,…) pueden influir en el entorno laboral.
- Factores externos: son aquellos agentes que tienen relación con la empresa como proveedores, inversores e, incluso, la competencia.
- Políticas de RRHH: se trata de aquellas acciones que realiza la empresa para que sus empleados se sientan bien en su trabajo. Por ejemplo, reconocimientos, incentivos, capacitación y formación,…
- Liderazgo: puede que este sea uno de los factores más determinantes. El modo de dirigir y la relación de los líderes con los trabajadores puede generar un ambiente positivo o negativo.
- Factores físicos: esta sería la categoría tangible donde están presentes los recursos materiales, las instalaciones y todos sus elementos (iluminación, climatización, decoración,…).
Tipos de entorno laboral
Dependiendo de los factores que intervengan en el entorno laboral, se genera una tipología que puede ser positiva o negativa. No obstante, lo bueno es que siempre se puede intentar modificar aquellas cuestiones que perjudican. Pudiendo adatarnos a aquellas que son beneficiosas y generan un clima laboral de bienestar.
Autoritarismo explorador
Este representa uno de los peores casos posibles dentro de una organización. Se traduce en que la alta dirección no confía en sus subordinados y, por tanto, toman decisiones unilaterales. No hay espacio para el diálogo y el castigo es el modo de actuar más frecuente.
Esto supone que los empleados se encuentran en una situación constante de miedo, incertidumbre y sometimiento. Esta situación puede generar altos niveles de estrés o cualquier riesgo psicosocial.
Autoritarismo paternalista
La condescendencia tampoco es buena, así que si la confianza es así, mejor ni tenerla. No referimos a situaciones donde nos dan una de cal y una de arena. Es decir, las decisiones son aleatorias y la dirección frecuentemente juega con las necesidades que manifiestan sus trabajadores.
Consultivo
El entorno laboral mejora considerablemente cuando es consultivo, la confianza es real entre empleados y directivos. Los trabajadores tienen voz en la toma de decisiones aunque la última palabra la tengan los mandos superiores. Sin embargo, lo importante es que la conversación es posible.
Además, el sistema de recompensas y castigos es motivador para los miembros de la empresa. No se sienten asustados ni estresados en el desempeño de sus tareas.
Participativo
El ambiente participativo es ideal, el que debería estar presente en todas las empresas. Se caracteriza por el hecho de que la toma de decisiones se distribuya en todos los niveles. Cada uno tiene sus responsabilidades sobre las cuales responde y da su opinión válida y tenida en cuenta.
Los empleados, por tanto, se sienten motivados porque se valora su trabajo. Se sienten parte de la compañía por lo que su rendimiento y compromiso aumenta. Además, existen relaciones interpersonales sanas, que ayudan a formar equipo entre directivos y empleados.
¿Qué pasa si no me preocupo por el entorno laboral?
Es habitual escuchar que los clientes son lo primero para la empresa, pero no, no lo son. Lo primero son los trabajadores que producen los productos o servicios que ofrece la compañía. Sin ellos, no hay nada que mostrar al consumidor y el negocio se acaba.
Por este motivo, ponerlos en valor y cuidarlos siempre es una decisión acertada. Sin embargo, comportamientos contrarios como el autoritarismo, la falta de material o unas instalaciones deficientes son elementos que perjudicarán a su rendimiento. Una cuestión que, al final, acaba repercutiendo en el cliente.
Por lo tanto, si buscas rendimiento y motivación en tus empleados, el entorno laboral es uno de los factores que debes tener en cuenta para conseguirlo. Para ello, formarse con estudios como nuestro Máster en Dirección y Gestión de RRHH puede ser el inicio de este camino.