¿Cuántas horas al día pasas delante de una pantalla? Un estudio realizado durante la pandemia muestra que este tiempo se ha incrementado hasta un 30% a causa de esta situación. Es decir, esto se traduce en una media de…¡14 horas diarias delante de dispositivos digitales! A consecuencia de este incremento en el uso personal y profesional se multiplican los casos de fatiga visual.
El teletrabajo, la disminución de la vida social, la reducción de actividades de ocio,…son algunas de las secuelas que aún arrastramos junto con la crisis sanitaria. Estos cambios en los hábitos y rutinas han hecho que surjan nuevas formas de relacionarse, de divertirse e, incluso, de trabajar.
Este es el motivo por el cual los dispositivos digitales y las pantallas se han convertido en una parte imprescindible en la vida personal y profesional. Ciertamente, son cruciales en el mantenimiento de una vida “normal”. No obstante, también han traído nuevos riesgos para la salud como el cansancio visual.
Fatiga visual: ¿qué es y cómo se manifiesta?
Independientemente de la situación actual, puede que hayas sufrido fatiga visual en algún momento de tu vida. No solo los dispositivos digitales son responsables de esta patología. Es decir, puede manifestarse leyendo o conduciendo, por ejemplo.
Por lo tanto, cuando utilizamos nuestros ojos de una forma más intensa se manifiesta la enfermedad conocida como cansancio ocular. Es decir, cuando se realiza un sobreesfuerzo continuado.
Entonces, si habitualmente pasamos cinco horas frente al ordenador y, de repente, multiplicamos la exposición podríamos sufrir esta enfermedad. Al igual que si leemos durante demasiado tiempo o conducimos distancias muy largas sin descanso.
El sentido de la vista se mantiene en pleno funcionamiento durante todo el día. Sin embargo, cuando se sobreexpone a demasiados estímulos mucho tiempo puede dejar de ser tan efectiva. ¿Dejaremos de ver? No, pero podemos sufrir ciertos síntomas relacionados con este cansancio como por ejemplo:
- Dolor de cabeza.
- Ojos con ardor, picazón, llorosos, resecos,..
- Zona cervical dolorida.
- Visión borrosa.
- Desconcentración.
Estas son algunas de las pistas que nos ofrece nuestro propio cuerpo para detectar que necesitamos un descanso. Ciertamente, no hay unas consecuencias muy graves de no hacer caso, pero sí es muy molesto. Además, mejorar solo requiere un poco de descaso, ¿es tan complicado darle al cuerpo lo que necesita?
Por otra parte, aunque no sea grave es importante prestarle atención porque puede indicar otras patologías oculares y estas sí que pueden necesitar un tratamiento médico.
Causas del cansancio ocular en el trabajo
Aunque ya hemos avanzado algunos de los factores que pueden influenciar la fatiga visual, a continuación numeramos algunos más para ayudarte a detectarla:
- Uso prolongado de dispositivos digitales.
- Leer sin pausas durante mucho tiempo.
- Demasiado brillo o luz muy tenue en las pantallas.
- Exposición al aire acondicionado o calefacción.
- Estrés o cansancio generalizado.
- Posturas inadecuadas.
El teletrabajo se ha vuelto una modalidad frecuente en muchas empresas y esto ha influido en las horas que pasamos delante de pantallas. Por ejemplo, en reuniones por videoconferencias.
Es por ello, que las empresas deben revisar sus protocolos de riesgos laborales para proteger a sus empleados. Los nuevos paradigmas requieren una adaptación en todos los ámbitos.
Ahora más que nunca la salud ocular y ergonómica está en el punto de mira. Por ello, contar expertos en PRL dentro de las compañías es imprescindible. Pero no solo eso, deben ser profesionales que se mantengan actualizados constantemente y acepten los nuevos retos que surgen. De este modo, los trabajadores podrán implementar hábitos saludables.
¿Cómo puedes hacerlo? Capacita a tus trabajadores mediante la formación bonificada. Retén el talento y cuida a los miembros de la organización sin necesidad de una gran inversión. Te proponemos nuestro Máster en Prevención de Riesgos Laborales.
Asimismo, los profesionales del PRL deben ser los encargados de trabajar para prevenir. No obstante, si se detectan casos de fatiga visual prolongada es necesario acudir al médico.
Consejos para prevenir la fatiga visual
Como hemos mencionado, si siente que los síntomas no mejoran con el descanso, debe acudir a un especialista para garantizar que no hay otras patologías. De este modo, podrá proteger su salud visual.
No obstante, si los síntomas son leves y con descanso mejoran, le dejamos algunas recomendaciones para reducirlos e, incluso, eliminarlos. Ten en cuenta que estos consejos puedes aplicarlos tanto en el entorno laboral como en el personal o el académico.
En primer lugar, aunque sea evidente, limita el tiempo que pasas delante de la pantalla. Es cierto que la jornada laboral tiene un horario estipulado, pero podemos controlar los descansos. Puedes probar la Regla 20-20-20. Esta técnica consiste en mirar un objeto que esté a 20 pies (unos seis metros), durante unos 20 segundos cada 20 minutos.
Asimismo, fuera del trabajo podemos realizar otras actividades lejos de las pantallas. Por ejemplo, hacer deporte, cocinar, escuchar la radio,…cosas que no requieran un esfuerzo visual.
Por otra parte, la iluminación es otro factor clave. Te aconsejamos ajustar el brillo de las pantallas, pero cuida también la luz de la habitación donde te encuentres. Asimismo, la calidad del aire puede ayudar a prevenir la fatiga visual. Tanto el aire acondicionado como la calefacción influyen en la sequedad de los ojos.
En ese caso, no te olvides de pestañear frecuentemente para humedecer los ojos. También puedes recurrir a las lágrimas artificiales, que serán de gran ayuda para mantener la lubricación.
Por último, utiliza gafas si las necesitas. Puede que estés forzando la vista demasiado porque las necesitas. ¡Consulta con el oftalmólogo! Asimismo, puedes preguntarle por filtros que reducen la luz azul de las pantallas y, por ende, el cansancio visual.