¿Emprender sin riesgos? ¡Imposible! ¿Minimizar los riesgos al máximo antes de emprender? ¡Posible! La metodología Lean Startup es la responsable de ello, ya que actúa como hoja de ruta en la validación del modelo de negocio antes de entrar en el mercado.
No obstante, no se aplica únicamente a las empresas. También es útil para emprendedores solitarios o profesionales freelance. En definitiva, su utilidad radica en que aporta un nuevo enfoque para hacer las cosas y obtener una mayor probabilidad de éxito.
¿Qué es una startup?
Para entender la metodología primero es necesario saber qué es una startup. Este término se ha vuelto habitual en nuestro vocabulario, pero a veces no queda claro su significado. Se trata de empresas emergentes que utilizan las nuevas tecnologías que les permiten un crecimiento rápido y con ideas innovadoras.
Google, Amazon o Facebook nacieron como startup y ahora lideran el mercado. Y si miramos dentro de nuestras fronteras, proyectos como Cabify, Glovo o Airhhoping han logrado consolidarse en los últimos años.
Conociendo el método Lean Startup
Para saber de dónde proviene este concepto debemos remontarnos años atrás hasta la meca de la tecnología Silicon Valley. Steve Blank, mentor de este famoso lugar, fue pionero en el desarrollo de una metodología que permitiese la validación de los productos. Eso sí, teniendo en cuenta el desarrollo del cliente. Es decir, si nuestro servicio satisface las necesidades y deseos de este.
Aunque Blank puso el primer grano de arena, Eric Ries fue quién culminó la montaña. Él fue el responsable de dar forma a las ideas de su precursor y popularizar esta metodología a través de conocidísimo libro “El método Lean Startup”.
Ahora que ya sabes de dónde viene, trataremos de explicar en qué consiste y cómo puedes ponerlo en marcha para tu negocio. ¡Sigue leyendo!
El método Lean Startup se basa en el “aprendizaje validado”. De este modo, la empresa prueba sus hipótesis sobre el producto antes de lanzar la versión definitiva. Esto es clave ya que durante el proceso se va definiendo a través del feedback de los clientes potenciales.
Finalmente, esto permite obtener un servicio orientado en todo momento al usuario y teniendo en cuenta sus recomendaciones y deseos. Para ello, se utilizan tres técnicas diferentes: customer development, canvas y metodologías ágiles.
Customer development – Desarrollo del cliente
Esta técnica fue la que inspiró a Eric Ries para desarrollar la metodología. Su utilidad reside en la validación antes de lanzar el producto final para evitar el fracaso. El modelo se va adaptando a las necesidades y deseos del cliente potencial.
De esta forma, se evitan costes significativos en un prototipo final, su lanzamiento al mercado,…sin tener constancia de que es lo que el usuario busca. En muchas ocasiones, las empresas caen en el error de pensar solo en el negocio pero no en el cliente. Y ahí está el problema.
Por lo tanto, a través del customer development las empresas pueden reducir el margen de error y, en definitiva, conseguir sus objetivos de empresa.
Modelo CANVAS
El CANVAS es una herramienta que fue desarrollada por Alexander Ostewalder y Yves Pigneur. Ambos definieron nueve categorías que muestran los principales componentes de una organización: clientes, recursos, actividades clave,…
De esta forma, podemos conocer en detalle nuestro negocio y cómo se relacionan los distintos elementos que lo componen. Así se pueden detectar deficiencias pero también oportunidades. El CANVAS ofrece una visión general y esto permite innovar y adaptarse a los frecuentes cambios.
Pero además, esta herramienta estratégica puede ser utilizada para analizar a los competidores. Rellenando el modelo podrás estudiar al resto de agentes del mercado para detectar dónde puedes mejorar y superarles.
Metodologías agile
Puede que las metodologías ágiles sean las más conocidas por su relevancia en la actualidad. La mayoría de las empresas demandan profesionales que cuenten con conocimientos en esta materia. Nuestro Curso en Metodologías Agiles en la Gestión de Proyectos con Scrum puede ayudarte.
Y en lo referente a su objetivo, se trata de ofrecer productos con más calidad habiendo optimizado los recursos al máximo. Esto permite mayor flexibilidad, autonomía y mejora de la productividad.
Desarrollo del método Lean Startup paso a paso
Observación e hipótesis
El primer paso para cualquier proyecto es la investigación y observación previa. De esta forma, la empresa puede detectar oportunidades y definir su idea. Para ello, una vez hemos detectado el problema hay que plantear una hipótesis sobre la solución. En este sentido, hay que pensar en cómo resolverlo, por qué el cliente nos elegirá, cuáles son las principales preocupaciones de este,…
En este paso también hay que pensar en los objetivos que se pretenden alcanzar. ¿Qué queremos conseguir? ¿En cuánto tiempo? ¿Qué necesitamos? Así como los medios que se requieren para llevarlo a cabo. Por supuesto, realizando una previsión de los costos.
Validación de la hipótesis
¡Es el momento de comprobar que lo que piensas se corresponde con la realidad! Una vez tenemos nuestro producto o servicio diseñado es el momento de probarlo con los clientes. En este momento debes elegir la técnica más adecuada para tu proyecto. Algunas de las más famosas son las siguientes:
- Test A/B.
- Test de usabilidad.
- Encuestas.
- Eye Tracking.
En definitiva, en este paso hay que probar el producto con el usuario para sacar conclusiones y averiguar si corresponde con sus expectativas.
Monitorización del experimento
Quizás esta etapa forma parte de la anterior, ya que sirve para medir los resultados obtenidos con las diferentes técnicas aplicadas. Se deben definir los KPI’s y las métricas con las que los mediremos. De esta forma, será sencillo identificar si hemos cumplido los objetivos previstos. O, por el contrario, hay que continuar implementando mejoras.
Ajuste del producto o servicio
Con toda la información recogida en las etapas anteriores, podrás adquirir un aprendizaje aplicable a tu proyecto. De esta forma, será fácil realizar cambios para adaptar el producto a las necesidades demandadas por los clientes. Así la probabilidad de éxito se multiplicará, ya que será un servicio creado para y por el cliente potencial.
Repetir, repetir y repetir
La metodología Lean Startup es un proceso cíclico. Por lo tanto, deberá repetirse una y otra vez hasta lograr mejorar al máximo el producto y lanzarlo al mercado.