Una crisis de reputación, económica o sanitaria como la que vivimos ahora pueden ser detonantes del proceso de transformación. Es más, puede que esta sea la forma más habitual para que una empresa reaccione y se adapte a los nuevos paradigmas. Pero para ello es clave contar con una figura experta en liderazgo transformacional. ¿Te gustaría ser tú?
Los perfiles directivos actuales no deben reducirse a labores desligadas del resto de empleados. Es decir, su papel debe estar plenamente relacionado con conocer las necesidades, entenderlas y satisfacerlas. Esto les permitirá ser líderes y no jefes autoritarios, dando lugar a la posibilidad de guiarlos hacia los objetivos de cambio previstos.
Los líderes transformacionales son los orientadores, los que deben fomentar la adaptación cuando sea necesaria. Para ello, tienen que tener un discurso, unas herramientas, unos planes,…que lleven hasta la meta que se han planteado.
El directivo como líder
El liderazgo directivo es un modo de dirigir las organizaciones. Es la forma en el que las personas que dirigen los equipos humanos trabajan para obtener los resultados deseados. Y es, por supuesto, una filosofía empresarial que casi tiene asegurado el éxito.
Ciertamente, los jefes autoritarios ya están pasados de moda. Los empleados rinden mejor cuando son parte de los procesos y las decisiones. Es decir, cuando forman parte de la compañía. O, en otras palabras, no son solo el medio para conseguir una determinada meta.
El valor de los líderes directivos reside en su buen hacer, en su capacidad de persuadir, en su proyecto bien fundamentado,…todo ello les sitúa en una posición crucial para comunicarse con el resto de la empresa.
Motivos para implementar el liderazgo transformacional en tu negocio
El liderazgo transformacional tiene multitud de beneficios para las empresas. Entre ellos, destaca el incremento del rendimiento de los trabajadores debido a la motivación que infunde el líder.
Asimismo, la flexibilidad se vuelve una característica común en todos los miembros, que se adaptan a cada situación y son capaces de trabajar bajo presión. Esto no significa estar sometidos a estrés o malas condiciones, sino ser capaces de sobreponerse a los retos que surgen.
En este sentido, también es clave en la salud psicológica de los trabajadores. Como hemos mencionado, la motivación aumenta al sentirse parte del proyecto y no solo un medio para lograrlo. Por ello es ideal para aumentar la seguridad y la autoconfianza.
Cómo convertirse en un experto en liderazgo transformacional
Está claro que el liderazgo transformacional es necesario en las organizaciones actuales ante los entornos VUCA. ¿Pero qué debemos hacer para convertirnos en este tipo de líder? ¡Te lo contamos aquí mismo!
Formación
Puede resultar obvio pero una persona que dirige y gestiona el capital humano debe estar altamente cualificada para ello. Esta es la razón por la que los estudios en recursos humanos son cruciales. Con ellos será más fácil atender las necesidades de los trabajadores y generar un clima de bienestar. Todo ello, actuando como guías hacia la transformación que se desea.
Pero no todo se trata de conocimientos puramente académicos, cada vez es más importante contar con habilidades sociales. En este caso, aprender sobre liderazgo permitirá a los directivos y altos ejecutivos saber mostrar sus ideas e influir en los empleados del modo más óptimo. Teniendo en cuenta la consecución de los objetivos y evitando la resistencia al cambio.
Todo esto podemos aunarlo en nuestro Máster en Gestión del Talento, Responsabilidad Social Corporativa y Liderazgo. Estos tres pilares sobre los que debe sustentarse una compañía se abordarán en profundidad para que los alumnos y alumnas aprendan las mejores técnicas y metodologías en este ámbito.
Herramientas
Utilizar las herramientas adecuadas puede ser la clave del éxito. De esta forma, podemos organizar tareas, notificar asuntos relevantes, realizar seguimiento de proyectos,…todo aquello que ayude a una comunicación fluida. De esta forma, toda la compañía puede sentirse parte del cambio, saber qué sucede en cada momento y cuál es su papel responsable.
Mientras que el líder cuenta con los medios necesarios para infundir el ánimo y la motivación sin la estricta necesidad de la presencialidad, por ejemplo. Así como el control, ya que no se trata únicamente de persuadir, sino de realizar un seguimiento para detectar si se cumple y reporta los beneficios esperados.
El líder como ejemplo
Contando con la formación y las herramientas adecuadas la persona que ejerza el liderazgo debe actuar siendo ejemplo de lo que pretende que el resto sea o haga. Por ejemplo, no tiene sentido que se anime a los trabajadores a llegar puntuales y tú siempre llegues tarde.
Por lo tanto, las palabras y acciones deben ser el reflejo de lo que se demanda al resto de personas. Si queremos cambiar, cambiaremos con ellos; no ejerceremos resistencia y nos adaptaremos. De este modo, podrán percibir que es posible, que los riesgos son asumibles y los beneficios aumentan.
Confianza
En esta última recomendación queremos poner en valor la confianza que debemos sentir en tu grupo. Es decir, debemos mostrar seguridad y no tener miedo a dar responsabilidades o delegar tareas. Todos remamos en una misma dirección.
En este sentido, los trabajadores se sentirán más fieles al proyecto al sentir que confiamos en ellos y creemos que son capaces de ser partícipes. No obstante, el miedo y el rechazo inicial pueden ser sentimientos normales al comienzo, trataremos de explicarles detalladamente cada paso y apórtales naturalidad ante todo lo nuevo.