Podría parecer que la logística inversa es únicamente un proceso de reciclaje de residuos. Sin embargo, este concepto, íntimamente ligado a la cadena de suministro, está presente en otras actuaciones como las devoluciones.
Aunque su fin último en ambas tareas es minimizar el impacto de los residuos que generamos en la producción o consumo de bienes. Entonces, ¿te has planteado alguna vez qué sucede cuando te deshaces de un producto viejo? ¿Y cuando lo devuelves antes de usarlo? Hoy puedes descubrirlo con nosotros.
Acercamiento al concepto logística inversa
En un primer momento, cuando hablamos de este término podemos intuir que funciona trazando el camino contrario de la logística. Sería algo parecido a rebobinar una cinta de casete para que la música vuelva a sonar.
Dicho de un modo más técnico, la logística inversa es un proceso de creación de canales de recogida de los residuos o productos devueltos por diversas razones.
Reciclar, reutilizar o destruir. Estas son las acciones principales el este procedimiento. En definitiva, es una manera de que lo que sale de la fábrica vuelva a esta para minimizar su impacto en el entorno.
Más allá de la cadena de suministro
La cadena de suministro es una herramienta que utiliza la industria del comercio moderno. Está compuesta por una red de compañías y medios de distribución que forman parte de los diferentes procesos. Desde la creación de un producto hasta que llega al consumidor final.
Por lo tanto, la mercancía va desde un punto A hasta un punto B. Mientras que en el proceso inverso, funciona desde B hasta A. Es decir, el producto está en manos del cliente final y este lo entrega hasta que llega a la empresa de nuevo.
El creciente auge del e-commerce ha hecho que las devoluciones aumenten deliberadamente. Esto se refleja en la creación de políticas por parte de las empresas que facilitan la devolución de los productos. Por lo tanto, esto supone crear una red logística inversa que permita que el producto regrese a la fábrica.
Relación entre logística inversa y reciclaje
La sociedad actual cada vez es más consciente del impacto que generamos en el medioambiente. Lo que es deliberadamente perjudicial para nuestra propia supervivencia, así como la del entorno que nos rodea.
Los residuos sólidos urbanos crecen año tras año, sobre todo, los envases y embalajes. Este ha hecho que tomemos conciencia de la necesidad de reducirlos, ya que formamos parte del proceso que los genera.
En este sentido, la logística inversa actúa para minimizar el impacto de los residuos materiales. Sin embargo, existe otro concepto llamado logística verde. Este se preocupa por el impacto pero en otros niveles como la medición de los consumos o los materiales para los embalajes.
En otras palabras, la logística verde es un método enfocado directamente en la protección del medioambiente. Mientras que la logística inversa engloba procedimientos derivados de la gestión de la cadena de suministros.
Ventajas e inconvenientes de la logística inversa
Ahora que ya hemos presentado el concepto y para qué sirve, es el momento de valor si es realmente útil para mejorar el impacto de la producción empresarial. En primer lugar, vamos a enumerar las ventajas que ofrece, como por ejemplo:
- Cuidado del entorno medioambiental: es evidente que si controlamos y tratamos los residuos, esto será favorable para el medioambiente.
- Reducción de costes: cuando reciclamos o reutilizamos estamos ahorrando en materiales que, de no ser así, habría que comprar.
- Ahorro de recursos: este punto está directamente relacionado con el ahorro de costes. Ya que en este mismo sentido no es necesario comprar nuevos materiales, por lo tanto se reduce el consumo de recursos.
- Mejora de las relaciones: tanto proveedores como clientes se benefician de este tipo de proceso, por lo tanto, nuestra comunicación con ellos será mejor.
Pero como dice el refrán “no es oro todo lo que reluce” y eso significa que este proceso de logística inversa también presenta algunos inconvenientes para las organizaciones. Las desventajas más comunes son las siguientes:
- Aumento de trabajo: como hemos mencionado, este proceso requiere una planificación para que pueda realizarse correctamente. Esto, inevitablemente, supone un aumento de la carga laboral la contratación de más personal.
- Conexión entre departamentos: aunque mantener la comunicación interna entre los distintos departamentos es importante, muchas empresas no lo tienen en cuenta. Por lo tanto, en este procedimiento deberían involucrarse para que el trabajo pueda salir adelante.
- Control de devoluciones: los productos devueltos deben ser inspeccionados de manera minuciosa para valorar qué hacer con ellos. En este mismo sentido, hay que tener en cuenta si es posible amortizar los costes de la logística inversa.
El futuro: ¿hacia dónde se dirige la cadena de suministro?
La creciente tendencia hacia el e-commerce sumada a la concienciación social sobre el medioambiente hacen que la logística inversa se situé al alza. Cada vez más, consumimos de forma online y esto supone no poder valorar el producto de forma directa.
Esto es una ventaja a la hora de ahorrar tiempo e incluso dinero. Pero también presenta el inconveniente de que puede que no se ajuste a tus expectativas. Por esta razón, las empresas que cuentan con políticas de devolución favorable para los consumidores están apostando por mejorar su rendimiento.
El servicio post venta incluye este tipo de acciones, que permiten que el consumidor confíe en la marca y vuelva a comprar de nuevo. De lo contrario, si la empresa pone dificultades, probablemente el usuario rechace la marca por una mala experiencia.
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