Hoy hablamos del macroentorno de la empresa. Un concepto reciente, que nace de la evolución y la transformación de los modelos de negocio. Si tienes una empresa o quieres emprender, esto te interesa. Quédate y te explicamos todo.
Hasta hace poco tiempo, se creía que solo afectaban a las empresas los factores externos más próximos a esta. Sin embargo, se ha demostrado que el macroentorno es una parte más de la actividad comercial de las organizaciones. Entonces, ¿cómo deben abordar las compañías la relación con su entorno?
Para empezar debemos distinguir entre: microentorno y macroentorno de una empresa. Ambos términos hace referencia a los factores exteriores de una empresa. Pero el primero hace referencia a los elementos más cercanos como los clientes o los proveedores. Mientras que el segundo agrupa los componentes que estaban y estarán independientemente de la actividad de esta. Ahora te explicamos esto mejor.
¿Qué entendemos por macroentorno de una empresa?
Cuando hablamos de macroentorno de una empresa nos referimos a variables de origen externo. Estas pueden influirnos en el desarrollo de nuestra actividad, pero no de forma única. Los factores afectarán también al resto de compañías y sectores que componen la sociedad.
La peculiaridad de estos es que estaban presentes antes del comienzo de la actividad y seguirán vigentes aunque esta cese. En definitiva, se trata del contexto en el que se encuentra inmersa la empresa. Puede ser legal, social, entre otros.
Por lo tanto, conocerlo bien es clave para saber cómo actuar en cada momento. Pudiendo aprovechar las fortalezas de la empresa en perjuicio de las posibles debilidades.
Veamos un ejemplo. Imaginemos que nuestra empresa se dedica a la industria cárnica del cerdo. Antes de instalarnos deberíamos plantear la legislación del país para la producción de carne. Asimismo, habría que valorar los factores culturales o demográficos.
No tendría sentido invertir en unas instalaciones cárnicas de cerdo en los países árabes. Por ejemplo. Tampoco sería viable desarrollar la actividad en zonas donde no pueda criarse la materia prima como en los países más subdesarrollados.
El análisis del macroentorno de una empresa
El análisis del macroentorno de una empresa consiste en conocer los factores externos a esta. Con el fin de poder adaptar la actividad a estos y lograr el máximo rendimiento.
Los cambios del entorno no pueden ser controlados, pero sí determinar cuál es el nivel de incidencia en nuestro negocio. De esta forma, no podremos cambiar los hechos pero sí las consecuencias en nuestra empresa.
Igualmente puede servir para identificar los aspectos sobre los cuales podemos sacar partido. Aquellas cuestiones que nos benefician, por ejemplo, subvenciones estatales o premios por innovación.
A su vez, el estudio de los factores externos puede servir para redefinir nuestro modelo de negocio antes de que fracase. Anticiparse a los problemas.
PESTEL: una estrategia de macroentorno de una empresa
Renovarse o morir. La supervivencia de las empresas depende en gran medida su capacidad para adaptarse a la transformación del entono. Por ello, contar con una estrategia para ajustarse a los cambios puede ser clave.
Pero este proceso requiere un conocimiento exhaustivo del entorno. A través de la información obtenida podremos tomar decisiones y obtener una respuesta favorable para la empresa.
Existen múltiples opciones para investigar los cambios y cómo afectarán a la organización. Uno de los más conocidos es la herramienta de análisis PESTEL. A continuación te explicamos cómo utilizarla.
El análisis PESTEL se utiliza para reconocer los factores externos que afectan a una empresa. Pero recuerda, dentro del macroentorno. Es decir, sabiendo que no puedes controlarlos ni cambiarlos. Solo conocerlos y actuar en consecuencia.
Debe realizarse de forma periódica para poder estudiar la transformación continua. Y engloba seis categorías que coinciden con el acrónimo PESTEL.
P: Políticos
Los factores políticos son aquellos que pueden condicionar la actividad empresarial por cuestiones de ideología de los partidos dirigentes. Es decir, estos pueden fomentar medidas que ayuden o perjudiquen al desarrollo de la organización. Pueden ser de carácter local, regional, nacional o internacional.
E: Económicos
La situación económica del entorno también puede afectar a la empresa. Las crisis económicas, el crecimiento del PIB o las fluctuaciones de los precios, por ejemplo. Estas variables, entre otras, influirán en la evolución de la empresa.
S: Socio-culturales
Cuando hablamos de factores socio-culturales nos referimos a los cambios en la sociedad. Es una de las cuestiones más variables. Por ejemplo, destacan la incorporación al mercado laboral de la mujer o la inmigración son determinantes.
T: Tecnológico
Vivimos en plena era digital y si por algo se caracteriza es por el auge de las TICs. Quedarse al margen, es quedarse obsoleto ante los procesos y nuevas oportunidades de negocio. Podría suponer incluso la desaparición del negocio. Por ejemplo, cuando surgen nuevos métodos que sustituyen al actual.
E: Ecológico-medioambiental
El cuidado del medioambiente cada día preocupa más. Por ello, individuos, gobiernos y emprestas trabajan para alcanzar un desarrollo sostenible. Por ello, es importante tener en cuenta este aspecto, ya que existen normativas vigentes. Aunque también puede servir como propuesta de valor para la diferenciación con el resto de organizaciones.
L: Legal
Está muy relacionado con el aspecto político. Los factores legales son aquellos que hacen alusión a la legislación, es decir, a las normas obligatorias. En este sentido, las empresas deben conocerlas para cumplirlas. De lo contrario podrían ser sancionadas e incluso, clausurar el negocio.