Llamamos “planeta azul” a la Tierra porque el agua cubre el 70% de su superficie. ¿Parece mucho, verdad? Sin embargo, ¿qué pasa cuando descubrimos que menos del 4% es dulce? ¿Y si además el 70% de ese porcentaje aun está congelada en glaciares y casquetes polares?
Ciertamente vivir en un planeta lleno de agua no nos garantiza poder beberla con facilidad. Por ello, es importante crear conciencia de la importancia de ser responsables con los usos del agua.
Es necesario conocer la problemática del acceso al agua potable en algunos países. Según datos facilitados por National Geographic, tres de cada diez personas sufren este impedimento en sus hogares. Además, contar con un suministro no promete que el agua sea un elemento seguro. Para 4.500 millones de personas no lo es.
¿Gestión responsable o sequía?
El cambio climático, la contaminación, la desertización o el calentamiento global muestran un panorama poco alentador para el agua. Y, en consecuencia, la vida tal y como la conocemos. Por ello, la gestión sostenible de los recursos es una tarea de todos.
La gestión sostenible es una herramienta para administrar los recursos supliendo la demanda sin comprometer a las generaciones futuras. Esto implica la concienciación de todos los agentes de la sociedad, desde las grandes empresas hasta los particulares.
La Responsabilidad Social de las empresas
Es innegable que el impacto medioambiental del conjunto empresarial es terrible. Para dar respuesta a problemáticas como esta nacen las Normas ISO. Se trata de un conjunto de normas orientadas a la mejora de la gestión de una empresa en todos los ámbitos.
La Revolución Industrial dejó su huella en el medioambiente. Por ello, en la década de los 90 se produjo una crisis por el impacto que esta había provocado en el planeta. Es entonces cuando las empresas empiezan a percatarse de la necesidad de introducir la Responsabilidad Social en sus organizaciones.
En 1992, tras la Cumbre de la Tierra, la International Organization for Standardization (ISO) reconoce la situación y nace la norma ISO 14000. Esta es la respuesta para aquellas empresas que querían reducir costes e impactos energéticos en el medioambiente. Esta norma permite medir y monitorizar los procesos a través de un sistema de gestión ambiental.
La norma más implementada es la ISO 14001, que recoge los requisitos para conseguir la certificación de la misma. Esta constituye la implementación de un Sistema de Calidad en la empresa. En consecuencia, una organización que cuenta con esta certificación asegura y garantiza la calidad de sus productos y servicios.
Implementar un Sistema de Calidad Ambiental tu empresa puede tener los siguientes beneficios:
- Reducción de costes: de agua, energía,…
- Exenciones legales.
- Mejora de la imagen: aumento de la reputación de tu marca.
- Aumento de la motivación.
- Acceso a puntos para licitaciones públicas.
Consejos para los usos del agua
No podemos olvidarnos del uso personal. El agua es un derecho humano. La población más afectada se sitúa en los países más pobres, donde los recursos económicos son limitados. Además, el saneamiento de las aguas es impensable. Aunque muchas de estas dificultades son estructurales, las pequeñas acciones diarias son necesarias para no seguir agotando nuestro recurso más valioso.
A continuación, planteamos algunos consejos sobre los usos del agua para que puedas poner tu granito de arena.
- Implanta elementos de reducción de consumo: la ducha, el lavabo e inodoro pueden incluir sistemas que limiten el uso de agua.
- Controla las pérdidas de agua: desde un grifo goteando hasta el sistema de climatización.
- Utiliza un recipiente para lavar los alimentos. Después podrás reutilizarla para regar las plantas.
- No dejes el agua correr en la ducha o cuando te lavas los dientes.
- Riega por las noches: las plantas retendrán más el agua, por lo que necesitaran menos.
- Utiliza el lavavajillas: no olvides llenarlo al máximo.
El agua es de todos, úsala con responsabilidad.