Aunque el dinero en efectivo continúa siendo un medio de pago muy extendido, cada vez más recurrimos al pago con tarjeta. Según la última encuesta realizada por el Banco de España, el 54,1% de los encuestados prefiere esta segunda forma. Esto supone más de un 80% en comparación con el año 2014.
Ciertamente, esto se percibe en los comercios que ya cuentan con la tecnología más avanzada para facilitar la experiencia del cliente. Si miramos atrás, ¿cuántas veces te dijeron que había un mínimo de compra o que no disponían de datáfono?
No obstante, hoy vamos a hablar de una tecnología que va más allá del pago sin efectivo. Es decir, aúna una serie de funcionalidades claves en los comercios tanto físicos como digitales. ¿Sabes qué es TPV? Si tienes un negocio…¡esto te interesa! Te contamos todo sobre estos sistemas, sus ventajas y características.
¿Qué es un TPV?
Empecemos por el principio, el concepto. Las siglas de TPV hacen referencia a “Terminal Punto de Venta”. Es decir, se entiende como un sistema de gestión de ventas de forma unificada. Esto significa que agrupa diferentes funciones como la gestión de stock, la impresión de tickets y el propio cobro.
Entendemos que es la evolución de las cajas registradoras, pero aún más avanzado. Esto se debe a esas funcionalidades extras que simplifican las tareas comerciales y, sobre todo, permiten control más exhaustivo de la actividad.
Por este motivo, se requiere un sistema más complejo compuesto por diferentes dispositivos y un software. Por ejemplo, un datáfono, lector de códigos, pantalla,…Pero esto no significa ni que solo pueda pagarse con tarjeta ni que esté limitado al comercio físico. También existe el TPV virtual para los e-commerce.
Funciones de un TPV
Como hemos mencionado, un sistema TPV agrupa diferentes funciones. Algunas de ellas ya las conocíamos de las cajas registradoras. Sin embargo, este nuevo método permite una mayor automatización de las tareas de inventarios, por ejemplo. A continuación veremos algunas de las principales funciones que pueden realizar y las posibilidades que brindan a los negocios. ¡Sigue leyendo!
Transacciones y pagos
Esta es la cuestión más evidente dentro de los TPV. Posibilitan el pago de múltiples formas: efectivo, con tarjeta, mediante móvil o a través de comercio electrónico. Asimismo, permite que los clientes decidan si desean un ticket impreso o, por el contrario, recibirlo por SMS o email.
Ambas cuestiones permiten mejorar la experiencia de los consumidores ya que se les ofrecen diferentes alternativas. Cada uno de nosotros, dependiendo de su situación, podrá elegir aquella que le sea más cómoda. Por tanto, la empresa reduce los puntos de dolor y puede aumentar su tasa de conversión y fidelización.
Por otra parte, también sirve para facilitar el desempeño a los propios empleados. Con este sistema se pueden añadir, quitar, escanear, reembolsar, descontar,…durante el cobro. De esta forma, se simplifica el proceso, se limitan los errores y se mejora la atención al cliente.
Gestión del inventario y de las ventas
La segunda cuestión que debemos abordar sobre qué aporta el TPV a los negocios es sobre los stocks y las ventas. En otras palabras, estos sistemas cuentan con un software específico que permite controlar y gestionar los inventarios de forma automática.
Por lo tanto, el vendedor puede conocer en tiempo real cuantos productos quedan disponibles, cuando quedan pocas existencias e, incluso, obtener informes sobre diferentes aspectos. Así será más sencillo realizar las tareas administrativas, contables y de inventariado.
¿Qué tipos de TPV podemos encontrar?
En la actualidad, las empresas disponen de diferentes tipologías de TPV para sus negocios. De esta forma, cada uno puede elegir las especificaciones que más se ajusten a sus propias necesidades y de sus clientes. Vamos a ver algunos ejemplos:
- Clásico: es el más conocido en los comercios locales. Consiste en un lector de código y, en la mayoría de ocasiones, un datáfono que debe estar integrado en el sistema. Igualmente, la tienda debe tener una pantalla, la impresora de tickets,…
- Virtual: habitualmente se utiliza para el cobro online a través de comercios electrónicos. Es decir, existe una pasarela de pago para garantizar la seguridad y la sencillez en el proceso de pago.
- Táctil: dentro de esta categoría encontramos el compacto, que integra todos los aparatos en uno; y el modular, que tiene diferentes partes similares a un ordenador clásico, aunque puede utilizarse un TPV portátil.
- Móvil: es el más novedoso y permite, además de las funciones anteriores, el pago contacless y con smartphones.
- Inalámbrico: en este modelo no es necesario el contacto físico con el hardware de pago y la tarjeta. Es decir, con una conexión wifi es suficiente para que los consumidores puedan abonar la compra.
Diferencia entre Terminal Punto de Venta y datáfono
Aunque ambos términos pueden confundirse, y a menudo lo hacen, no son lo mismo. El datáfono es un dispositivo de cobro. Pueden realizarse mediante tarjetas de crédito o débito, smartphones,…y está conectado a la red telefónica o inalámbricamente.
Sin embargo, el TPV es un sistema que va más allá de los pagos y cobros. Es decir, sirve para la gestión del propio establecimiento físico o digital. Como hemos mencionado, permite gestionar el stock, por ejemplo.
No obstante, para finalizar queremos hacer hincapié en la importancia de adaptarse a las tendencias de los consumidores. No se trata únicamente de ofrecerles el producto que satisfaga sus necesidades. También influirán en su proceso de decisión las facilidades y la seguridad del pago. Por este motivo, incluir un sistema de TPV con datáfono en tu negocio es una necesidad actualmente.
Si quieres dedicarte al mundo del retail y conseguir que el viaje de tus clientes sea excepcional, mantente al día de estas tendencias. Te permitirán fidelizarlos, pero también realizar una mejor gestión de tu propio negocio. Eso sí, no te olvides de formarte para obtener los mejores resultados…¿Qué te parece aprender a crear tu propia tienda online? ¡Realiza nuestro Curso en Prestashop!