Cuando una mentira se repite muchas veces, ¿se convierte en verdad? Puede sonar contradictorio decir que en la era de la información estamos más desinformados que nunca. Sin embargo, las nuevas tecnologías nos permiten compartir nuestras ideas y convertirnos en líderes de opinión.
Aunque el acceso a los distintos medios de comunicación brinde a la población una libertad de expresión sin precedentes, esto es un arma de doble filo. Cualquier persona puede publicar una información falsa como verdadera, haciendo de una mentira una realidad.
Esta es la base de las fake news o noticias falsas. Alguien difunde un contenido pseudoperiodístico a través los medios de comunicación o las redes sociales con el objetivo de desinformar. Pero, ¿por qué?
¿Qué son las fake news y por qué son tan frecuentes en la actualidad?
Fake news es un anglicismo que hace referencia a noticias falsas. Este término se extiende cada vez más y forma parte de la sociedad actual. Consiste en presentar hechos falsos como si fuesen reales con el objetivo de engañar o manipular. Incluso pueden servir para desprestigiar a personas o entidades.
Aunque puede que estemos viviendo su apogeo, no son un invento reciente. Desde la antigüedad, se han utilizado, sobre todo, con fines políticos. Sin embargo, su alcance era menor por las dificultades para transmitir el mensaje de forma rápida y ágil.
Este puede ser el punto de partida para entender porqué en este momento las noticias falsas aparecen a diario. Los medios de comunicación de masas fueron el preludio para iniciar la revolución de las fake news. Posteriormente, las redes sociales situarían al público como protagonista y creador de contenido. En definitiva, le otorgaban el poder de contar la verdad o la mentira.
La era de la posverdad
La Real Academia Española define posverdad como «distorsión deliberada de una realidad, que manipula creencias y emociones con el fin de influir en la opinión pública en actitudes sociales”.
La apelación a los sentimientos hace que las opiniones valgan más, aunque no sean ciertas. La identificación hace que las personas se sientan cercanas a las informaciones y que se muestren reacias a pensar que son falsas.
Por ejemplo, si un jefe de gobierno mundial como Donald Trump afirma que el calentamiento global es un invento para manipular a la población. ¿Por qué sus votantes dudarán de su palabra? ¿A caso su líder político engañaría a las personas que confían en él?
Pues sí, claro que sí. El poder es una de las armas más útiles para falsear información, es difícil cuestionar a las personas que controlan los medios, las industrias, etc. Pero hoy en día no es necesario tener un alto cargo para difundir noticias. Simplemente con contar con unos cuantos seguidores en redes sociales tu mensaje puede viralizarse y voila: la mentira ya puede ser verdad.
¿Cómo controlar la difusión de noticias falsas?
Los gobiernos de todo el mundo se muestran preocupados ante el creciente número de fake news, sobre todo, en relación a situaciones políticas clave. Por este motivo, la regulación a través de la legislación nacional es una opción para muchos países.
Por ejemplo, en Alemania se aprobó una norma que multaba a las plataformas que no eliminasen “mensajes de odio, xenofobia o noticias falsas” en el plazo de 24 horas. Mientras que en España, el año pasado se publicó un plan contra las “fake news”. Este consiste en monitorizar la información a la vez que puede pedir colaboración a los medios privados.
No obstante, estas normas generan un gran debate, hasta el punto que esta cuestión se discutió en el Parlamento Europeo, donde se plantearon tres cuestiones:
- Implementación de controles estrictos para evitar los riesgos que supone la información falsa para la democracia.
- Los controles estrictos coartan la libertad de expresión y fomentan la censura, lo que supone un retroceso para la sociedad.
- Apuesta por la autorregulación para que los lectores sean capaces de saber qué son las fake news y cómo detectarlas.
Aprende a identificar las fake news
La Federación Internacional de Asociaciones e Instituciones de Bibliotecas (IFLA) propone dar respuesta a las noticias falsas a través del desarrollo de las destrezas, a favor de la lucha contra la censura.
Para ello, elaboró un diagrama para que todas las personas aprendiesen a identificar las noticias falsas. En esta representación gráfica se enumeraban las siguientes cuestiones:
- Estudie la fuente: no se conforme, vaya más allá. Indague en la web o el medio, busque sus intereses,…todo lo que pueda aportarle información que sea confiable.
- Lea más allá: no se quede solo en el titular, lea toda la noticia. En muchas ocasiones se utilizan citas o frases que llamen la atención pero que poco tienen que ver con el contenido real.
- ¿Quién es el autor?: investigue quién ha escrito la noticia, su recorrido profesional, si es proclive a verse involucrado en escándalos, etc.
- Fuentes adicionales: viaje por los enlaces y compruebe que son webs fiables y oficiales. Y sobre todo, que avalen la información.
- Compruebe la fecha: en ocasiones los medios “reciclan” sus noticias.
- ¿Es una broma?: puede tratarse de un artículo de opinión o una sátira. Preste atención al tipo de información que está leyendo.
- Considere su sesgo: todos tenemos una opinión y es inviable que esta influya en nuestra manera de percibir las noticias.
- Pregunte al experto: si tiene dudas, pregunte a profesionales que puedan contrastar la información de forma especializada.
Estos puntos pueden ayudarte a discernir una noticia verdadera de una fake news, pero si no lo consigues y tienes dudas: ¡no compartas! Si no sigues la cadena puedes frenar el bulo.