RSC

RSC en entidades financieras

¿Recuerdan aquello del efecto mariposa? El aleteo de una mariposa en una parte del mundo puede tener consecuencias en el otro lado del planeta. Con la Responsabilidad Social Corporativa (RSC) pasa algo similar.

En primer lugar, la RSC es una forma de dirigir las empresas basándose en una gestión sostenible de su actividad. Por ello, ante un mundo cada vez más globalizado, las acciones de una organización, inevitablemente, desencadenarán consecuencias en el resto de agentes que intervienen en la sociedad en general.

La Responsabilidad Social Corporativa va más allá de la legislación obligatoria. Se trata también de acciones voluntarias que la empresa incentiva para minimizar su impacto. Es frecuente que se relacione directamente con el ámbito medioambiental. Sin embargo, su carácter es pluridimensional y afecta a distintas áreas de la empresa. Por ejemplo, derechos humanos, protección de la salud o lucha contra el fraude.

RSC en entidades financieras

En la década de los 70, se entendía que el principal objetivo de las empresas era económico. Su única responsabilidad era maximizar los benéficos para los accionistas. Así como, cumplir estrictamente las medidas legales. Sin embargo, ninguno de estos supuestos incluía la responsabilidad de la organización con el resto de ámbitos.

Esta visión evolucionó y, 20 años después, empezaron a surgir iniciativas como World Business Council for Sustainable Development (WBCSD) o el Pacto Mundial de Naciones Unidas. De este modo, las organizaciones empresariales podían compartir conocimientos y explorar el desarrollo sostenible.

En el ámbito financiero es especialmente importante la RSC, ya que sus funciones repercuten directamente en la sociedad. De este modo, su responsabilidad afecta a su ámbito interno. Asimismo, en el desarrollo económico o en la lucha contra la pobreza y las desigualdades.

El último ranking de merco (Monitor Empresarial de Reputación Corporativa) del año 2019 sitúa entre las 50 primeras posiciones a seis entidades financieras españolas. La segmentación por sectores sitúa a los servicios financieros en el primer lugar, seguidos de los bienes de consumo y las telecomunicaciones.

¿Qué iniciativas han desarrollado las entidades financieras?

Las organizaciones del sector financiero han creado iniciativas para fomentar la RSC. Sus ámbitos de acción la gestión de proyectos, inversiones o la sostenibilidad. Los más extendidos son los siguientes:

United Nations Environment Programme Finance Initiative (UNEP FI)

Se trata de una asociación internacional formada por bancos, inversores y compañías de seguros. Con esta iniciativa, el sector financiero junto con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), pretenden alentar a los miembros para conseguir la  implantación de los principios de sostenibilidad. Así como inspirarlos para abordar los problemas de las distintas áreas de la sociedad.

UNEP-FI lanzó hace apenas unos meses los Principios para la banca responsable. Este compromiso requiere que las entidades financieras informen públicamente sobre sus impactos tanto positivos como negativos. Asimismo, deben comunicar cómo contribuyen a la consecución de los objetivos planteados  y su progreso en la implantación de dichos Principios. Estos requisitos conducirán a un cambio en las prácticas de los bancos. Mientras que aquellos que no se adapten corren el riesgo de quedar excluidos.

La alerta sanitaria por el COVID-19 es una oportunidad para las entidades de demostrar que su compromiso es real.  El Estado de Alarma afecta a clientes y a la economía mundial en general. Es por ello, que las entidades financieras tienen una responsabilidad con sus usuarios.

El Principio 3 recoge las acciones para con los clientes. En España, por ejemplo, los bancos han adelantado los pagos de las pensiones. Con el objetivo de que el cobro sea escalonado y proteger al grupo de mayor riesgo en la sociedad.

Principios de Ecuador

Son un marco de referencia para que las instituciones financieras puedan determinar, evaluar y administrar los riesgos sociales y ambientales de sus proyectos. Es un estándar voluntario. Las instituciones que forman parte se comprometen a ir más allá de la implementación de las políticas. También deben apostar por proyectos que estén alineados con ellos, rechazando los que no cumplan los requisitos previstos.

Desde 2003 hasta la actualidad se han unido 97 entidades financieras, pertenecientes a 37 países distintos. La financiación de los proyectos se basa en los siguientes principios:

  • Revisión y categorización.
  • Evaluación ambiental y social.
  • Normas ambientales y sociales aplicables.
  • Sistema de gestión ambiental y social y Plan de Acción.
  • Participación de grupos de interés.
  • Mecanismos de quejas.
  • Revisión independiente.
  • Compromisos contractuales.
  • Seguimiento independiente y reporte.
  • Presentación de informes y transparencia.

United Nations Principles for Responsible Investment (PRI)

Se consideran un conjunto de seis principios que proporcionan un estándar global para la inversión responsable. Las organizaciones financieras adoptan estos principios para cumplir con los compromisos de sus clientes alineados con los intereses de la sociedad.

Para formar parte de esta iniciativa las organizaciones deben comprometerse públicamente a implementar los PRI de la Organización de Naciones Unidas. Asimismo, la entidad debe ser propietaria de un activo, administrador de inversiones o proveedor de servicios. 

La RSC es una forma de dirigir las empresas basada en una gestión sostenible de su actividad.

Actuaciones de las entidades financieras en el marco de la RSC

Las memorias de Responsabilidad Social Corporativa recogen las actuaciones de las entidades. Destacan, por ejemplo, la financiación para la educación, la cultura o algunos aspectos sociosanitarios. Así como, la inclusión financiera de las personas discapacitadas.

En cuanto al acceso de los créditos para las personas desfavorecidas, el sector financiero puede ofrecer servicios adaptados a los distintos colectivos. En lo que concierne a los paraísos fiscales, las organizaciones deben ser lo más transparentes posibles en su compromiso con eliminar las actividades off-shore.

También destaca la puesta en marcha de fondos de inversión éticos y ecológicos, es decir, aquellos que permiten a los inversores combinar los objetivos financieros con los valores sociales.

En relación con las políticas laborales, se pueden implementar medidas para el desarrollo profesional, la igualdad de oportunidades o la estabilidad del empleo.

Del mismo modo, las entidades bancarias incluyen medidas como la protección del cliente a través de alfabetización financiera, el apoyo a I+D+i o actuaciones contra la corrupción.

En conclusión, es importante destacar que la Responsabilidad Social Corporativa incluye a todas las empresas independientemente de su sector. Del mismo modo, no podemos olvidar que la RSC no se ocupa solo de la sostenibilidad del medio ambiente. Como hemos visto, son muchos los ámbitos donde es necesario trabajar de manera sostenible.

En consecuencia, la organización se verá beneficiada en diferentes aspectos. Los tangibles pueden ser beneficios económicos a través del ahorro de costes, mientras que entre los intangibles destaca la reputación de la marca.