El marketing tiene multitud de conceptos que frecuentemente se usan sin demasiado rigor. Al menos, de forma voluntaria. Bien por desconocimiento, por confusión o por abuso de terminología abstracta. Términos como stakeholders se confunden y se utilizan en contextos inadecuados. Por ello, hoy es el momento perfecto para aprender qué son y cómo afectan a la empresa.
Hace no demasiados años, el fin de las empresas era ser rentables. El resto de cuestiones no eran importantes, simplemente eran el medio para conseguir el objetivo. Sin embargo, cada vez más, las empresas muestran su compromiso con todas las partes que intervienen en ella.
De este modo, los beneficios continúan siendo importantes. ¿Qué negocio no quiere ganar dinero? Pero de una forma socialmente responsable, valorando a los intervinientes y sobre todo, fomentando la consolidación de una marca reputada. En conclusión, se busca una perspectiva de negocio a largo plazo. Cuidando detalle para crear una compañía que garantice la calidad en el tiempo.
¿Qué son los stakeholders?
Los cambios propiciados en las últimas décadas no solo han afectado al plano más tecnológico. La vida cotidiana ha sido alterada y ha obligado a realizar cambios en nuestros hábitos. En el mundo empresarial también ha sido necesaria una adaptación a las nuevas demandas.
Los modelos de negocio son una de las cuestiones que más han evolucionado. Actualmente, las empresas son una parte de la sociedad. Están integradas con el medio, por lo tanto, su acondicionamiento a los nuevos retos es vital para ellas.
La apertura y flexibilidad son la base bajo la que se sustentan los términos como RSC, calidad, ciclo de vida o cuidado del medio ambiente. Estas cuestiones deben valorarse en el desarrollo de la actividad empresarial para satisfacer a todas las partes.
Aquí es donde entra en juego el término stakeholders. Se trata de las partes interesadas o el público de interés. Es decir, todas aquellas personas u organizaciones que mantienen una relación con la empresa. Y, sobre todo, a las que les beneficia o perjudica las decisiones que esta tome. Por ejemplo, clientes, accionistas, proveedores, trabajadores,…
Tipos de stakeholders
Como decimos, los stakeholders son agentes sociales. Pero estos deben tener un reconocimiento por parte del mercado y tener un efecto en la empresa. Según su autor, Freeman, afirma que existen dos tipologías para dividir este concepto:
- Primarios: mantienen una relación directa con la empresa. Es decir, son aquellos a los que afecta en mayor medida cualquier situación de la organización. Por ejemplo, los trabajadores o los consumidores.
- Secundarios: la relación no es tan directa como los primarios, pero lo que pase en la compañía puede afectarles de igual modo. Un claro ejemplo son los competidores. Así como los medios de comunicación o el gobierno.
¿Son lo mismo los stakeholders y los shareholders?
Suena parecido pero no es lo mismo. Por un lado, los stakeholders, como hemos dicho, son aquellas personas o instituciones que pueden verse afectadas por las decisiones de una empresa. Mientras que los shareholders, es el término que en castellano hace referencia a los accionistas de una compañía.
Además de su similitud ortográfica, la confusión puede venir porque los shareholders son stakeholders a su vez. Es decir, un accionista es uno de los miembros de la organización al que las decisiones pueden influir.
Es frecuente escuchar aquello de “no se puede tener contentas a todas las partes”. Y es justo lo que la empresa necesita. Aunque en ocasiones pueda resultar imposible, los profesionales deben luchar por intentarlo al menos.
Satisfacer a todas las personas que intervienen en la compañía es reflejo de una buena gestión y, en definitiva, de éxito empresarial. ¿Lo que todos los negocios buscan, verdad?