Los primeros exámenes están a la vuelta de la esquina, ¿aún no has empezado a estudiar? Si no sabes por dónde empezar cuáles son las mejores técnicas de estudio,….Quédate para aprender más y conseguir las mejores calificaciones.
Empecemos por el principio: la planificación. Estudiar es un proceso que requiere una organización previa para evitar las distracciones y alcanzar el máximo nivel de concentración.
Una vez hemos realizado estas tareas que nos permiten saber qué tenemos que estudiar, cuánto tiempo tenemos, dónde somos más productivos,…es el momento de “hincar los codos”. ¿Pero cómo?
¿Qué son las técnicas de estudio?
Se trata de estrategias, metodologías o herramientas que sirven para hacer más fácil y óptimo el proceso de estudio. Estas pueden aplicarse a los distintos niveles educativos desde el aprendizaje en el colegio hasta la universidad o unas oposiciones.
El objetivo de las técnicas de estudio no es otro que permitir que el alumno mejore su rendimiento. Seguro que alguna vez has estado toda una tarde con una lección y al día siguiente no recordabas nada.
Este tipo de situaciones son muy frustrantes para los estudiantes, pero pueden solucionarse a través de las técnicas de estudio. De esta forma, no solo mejorarán los resultados sino también la motivación de la persona.
La fase previa antes de las técnicas de estudio
El primer contacto con la materia se suele dar en clase presencial o virtual. En este momento se expone la lección y los puntos clave de esta. Por este motivo, esta fase es crucial en el proceso de estudio.
Tomar apuntes durante la asistencia a clase puede ser un modo de no perder la concentración y de interiorizar los contenidos. También servirá para que aparezcan nuevas dudas que plantear a los profesores.
Si eres de los que toma apuntes, aunque no sean los mejores, ya juegas con ventaja. Si no lo has hecho y tus clases ya han finalizado te vamos a contar un método para que empieces con buen pie el próximo curso.
Método Conell
Una técnica muy eficiente para tomar apuntes es el método Conell. Este es de gran utilidad para mantener la información organizada y atendiendo a lo relevante.
El primer paso consiste en practicar la escucha activa. Es decir, debes poner los cinco sentidos en la clase. Si tienes alguna distracción o pasa por tu cabeza algo que debes realizar después, apuntalo rápido y vuelve a la lección.
El segundo paso es ir clasificando la información conforme la vas apuntando. Esto se debe hacer dividiendo el papel en categorías en función de la naturaleza de la información que estás recabando.
Las técnicas de estudio paso a paso
Después de tener tu planificación a punto y los apuntes listos, es el momento de ponerse a estudiar en serio. A continuación te detallamos los pasos que debes seguir.
Subrayar
Aunque nos lo repiten desde pequeños, muchas veces omitimos este paso. Nosotros queremos ponerlo en valor. Resaltar las partes más significativas de un texto es un trabajo para detectar lo más importante y descartar los detalles intranscendentes.
Es recomendable realizar previamente una lectura comprensiva. Así que…¡no te lances a subrayar!
Resumir
Esta es otra de las técnicas de estudio más conocidas. Tras la lectura comprensiva y el subrayado llega el resumen. Consiste básicamente en reducir el contenido a un documento más breve que contenga los puntos más relevantes.
Si antes hemos realizado el subrayado será mucho más sencillo resumir los temarios. Además, en los resúmenes puedes incorporar los apuntes de clase y darle tu propio estilo para que la memorización sea más sencilla.
No obstante, resumir no consiste en quitar cosas de forma aleatoria. Debes prestar atención a cuáles son los datos que son fundamentales para la comprensión total de la asignatura.
Esquematizar
El tercer paso que te proponemos es realizar esquemas. Representar gráficamente las ideas clave puede ayudarte a fijar y conectar los conceptos. Puedes utilizar todo tipo de elementos que te permitan visualizar de forma sencilla la información.
Por ejemplo, distintos colores, fechas, dibujos o iconos. Cualquier cosa que sirva para que recuerdes la información para después desarrollarla.
En este punto, por ejemplo, puedes utilizar palabras inventadas creando acrónimos que te permitan recordar ciertas palabras. Los juegos de palabras o las canciones también funcionan muy bien.
Por otra parte, los mapas mentales son otra estrategia que puede extrapolarse incluso al ámbito laboral. Son una variante del esquema tradicional y sitúa en el centro un concepto y a partir de ahí se ramifica la información.
Ejercicios y casos prácticos
Este punto está dedicado sobre todo a las materias más prácticas, que requieren entender la teoría y saber aplicarla. A través de los ejercicios se puede asimilar el conocimiento. Aunque está enfocado a esas asignaturas cargadas de números como física o matemáticas, los casos prácticos son interesantes en otras disciplinas.
Por ejemplo, ¿sabías qué formatos publicitarios utilizar en la fase de branding de una campaña? Realizar prácticas y ver las distintas opciones que existen y saber justificarlas te dará seguridad de cara al examen.
Repasar
Te proponemos tres técnicas de estudio enfocadas al repaso: fichas de estudio, test y explicar lo que has aprendido. La primera metodología consiste en crear una tarjeta que incluya un concepto en una parte y en el revés la explicación.
De esta forma, el estudio es mucho más ameno. Además, no es necesario que inviertas mucho tiempo en realizarlas, existen programas que las crean como GoConqr.
La otra alternativa es la creación de test que permitan repasar el tema. Una opción sería compartirlos con tus compañeros y así descubrir posibles preguntas que a ti no se te hubiesen ocurrido.
La última opción que proponemos es tratar de explicar la lección a alguien que no sabe nada del tema. Si consigue comprenderlo correctamente estarás listo para tus exámenes.
¡El éxito depende de ti!