¿Te imaginas que la nueva revolución industrial hubiese nacido el siglo pasado? Probablemente lo hizo con los hallazgos del físico Richard Feynman, quien hablaba de la manipulación de átomos y moléculas de forma individual. ¿Sabes de lo que estamos hablando? Claro que sí, nos referimos a la nanotecnología.
Aunque no fue hasta 1974 cuando se utilizó este término. Norio Taniguchi fue el primero en usarlo para referirse a esta cuestión que podría transformar los sectores tal y como los conocemos hoy en día. En este post vamos a exponer los diferentes tipos de nanotecnología, cuáles son sus aplicaciones y su relevancia en el cambio de paradigmas.
Definiendo el concepto: ¿Qué es la nanotecnología?
La nanotecnología es una rama de la tecnología aplicada a la manipulación y diseño de la materia a nivel de nanoescala. Es decir, de 1 a 100 nanómetros. Además, se utiliza con fines industriales, médicos, de seguridad o energéticos, entre otros ámbitos.
En otras palabras, se modifica la estructura molecular de la materia con el fin de cambiar sus propiedades intrínsecas y, evidentemente, obtener otras mejores. Por lo tanto, se trata a un nivel microscópico pero con unos resultados gigantescos.
Tipos de nanotecnología
La nanotecnología puede clasificarse en cuatro tipologías dependiendo de dos factores: forma de proceder y naturaleza del medio donde se trabajan. A continuación te lo explicamos con detalle.
- Top-down: las estructuras se miniaturizan, es decir, se hacen más pequeñas. Se adaptan a la escala nanométrica, de 1 a 100 nanómetros. Es la más frecuente en la actualidad. Un ejemplo es el sector de la electrónica con los elementos de ordenadores, smartphones,…
- Bottom-up: el proceso es el contario al top-down. En otras palabras, se parte de una estructura nanométrica y se construye un elemento mayor.
- Seca: es la utilizada en la fabricación de estructuras en materiales como el carbón, diferentes metales,…que no funcionan con humedad.
- Húmeda: al contario que la seca, es la que utiliza elementos que funcionan en un entorno acuoso. Por ejemplo, el material genético, membranas,…
Aplicaciones para los tipos de nanotecnología por sectores
Ciertamente, resulta impresionante imaginar como algo tan pequeño transformar nuestra realidad. Pero, ¿cómo? ¿En qué sectores puede aplicarse la nanotecnología? ¿Existen inconvenientes en su utilización? ¿Puede haber riesgos asociados? ¡Te lo contamos!
Electrónica
Puede que este sea el sector que primero aparece en el imaginario colectivo al hablar de tipos de nanotecnología. Pero no es el único, aunque sí uno de los más importantes en la actualidad. En este sentido, la mejora de las propiedades en los materiales permite fabricar dispositivos y accesorios más pequeños, rápidos, resistentes, eficientes,…
Sector energético
Permite reducir costes, multiplicar la potencia de receptores de energía como molinos eólicos, optimizar el rendimiento de combustibles, ahorro de energía, entre otras cuestiones. En definitiva, la nanotecnología y los nanomateriales son claves para seguir avanzando hacia la generación y consumo de energía de forma sostenible y responsable.
Ámbito médico
Las propiedades de los nanomateriales permiten que los profesionales de la medicina puedan optimizar su labor. Es decir, ayuda a ofrecer diagnósticos precoces, tratar enfermedades graves como el cáncer o neurodegenerativas. Incluso, se utilizan en productos farmacéuticos que utilizamos frecuentemente como las cremas de protección solar.
Producción y seguridad alimentaria
Permite la detección de patógenos en los alimentos para reducir los riesgos para los consumidores. Además, puede ayudar a aumentar la resistencia de los productos para mejorar su distribución, por ejemplo.
Industria textil
La aplicación de la nanotecnoliga a la industria textil permite mejorar los tejidos para que no se arruguen o no se manchen. Igualmente, contribuye a encontrar materiales más resistentes o ligeros para vestimentas específicas como los equipamientos deportivos.
Posibles riesgos de los diferentes tipos de nanotecnología
No todo puede ser positivo, la nanotecnología entraña algunos riesgos. Su uso indebido puede ser el detonante para problemas de grandes dimensiones. Ciertamente, los beneficios son muchos más que los inconvenientes. Aunque no está demás conocerlos para tratar de evitarlos o minimizarlos en la medida de lo posible:
- Problemas medioambientales: modificar los átomos o moléculas de una materia podría dar lugar a nuevas toxinas perjudiciales para el entorno.
- Destrucción de empleo: como la mayoría de tecnologías, su avance pone en riesgo puestos de trabajo que quedan obsoletos. En este caso, los nuevos materiales podrían cambiar los procesos y acabar con tareas habituales. Sin embargo, crearía también nuevas oportunidades.
- Dificulta la seguridad: la nanotecnología podría ayudar al espionaje, a la creación de armas más eficaces, u otras cuestiones. Es decir, herramientas que comprometen la integridad de la sociedad y contribuyen a los conflictos armados.
En conclusión, los distintos tipos de nanotecnología son parte del futuro más próximo. Su aplicación en los diferentes sectores puede ser muy positiva para optimizarlos y adaptarlos a las nuevas necesidades.
Sin embargo, debido a esta transformación continua, es crucial estar en constante formación para conocer las tendencias, las demandas y cómo atenderlas. En este caso, te proponemos nuestro Máster en Dirección Estratégica de Telecomunicaciones. Aunque, como hemos mencionado, la nanotecnología está presente muy cerca de ti.