La ventaja competitiva es un concepto que toda empresa debe tener siempre presente. De la ventaja competitiva puede depender el éxito de una empresa incluso en momentos complicados. Por ello es esencial para todo negocio trabajar para crear y desarrollar una estrategia competitiva sólida, realista y sostenible en el tiempo.
¿Qué es ventaja competitiva?
La ventaja competitiva de una empresa es una ventaja o característica que posee una empresa y que respecto a otros negocios competidores le hace más fuerte, interesante y le da la capacidad de sobreponerse mejor en un momento dado a los vaivenes o problemas del sector. Es la característica que le diferencia de sus competidores, permitiéndose atraer a más clientes o público.
En ocasiones la ventaja competitiva va asociada a la ventaja comparativa, pero no tiene por qué ser así ni mucho menos.
Por ejemplo, en el sector turístico, Canarias cuenta con la ventaja competitiva del buen clima todo el año y los kilómetros de costa respecto otras Comunidades Autónomas. Para competir con ello otras CCAA deben encontrar esas fortalezas o ventajas competitivas que les permita posicionarse en el sector como destino atractivo y atraer a más visitantes.
Ventaja competitiva, los tipos más usuales
No existe un solo tipo de ventaja competitiva. Es interesante para una empresa, a la hora de crear, definir y desarrollar una estrategia empresarial de ventaja competitiva conocer no solo sus fortalezas reales, sino también qué tipo de ventajas son más interesantes para su modelo de negocio. Estos son los tipos de ventaja competitiva más usuales:
Liderazgo por costes
Es decir, posicionarte como la opción más barata. Este es el modelo de negocio de las compañías low cost o de las tiendas discount. Es una ventaja complicada para PYMES y emprendedores que puede abocarte a trabajar mucho por casi nada, y dejarte en la estacada cuando aparezca un competidor que rebaje aún más los precios. Por ello si estás comenzando un negocio es interesante que busques las fortalezas del mismo más allá de poner precios bajos a tus servicios o productos.
Diferenciación de producto o servicio
Es el tipo de ventaja competitiva que se da cuando el público percibe que se le está dando un producto de mayor calidad o un mejor servicio y ello hace que no solo prefiera este, sino que además esté dispuesto a pagar de más por él frente a la competencia. Es lo que sucede con algunas marcas que se posicionan como exclusivas, por ejemplo en el sector de la ropa y los complementos o de tirada limitada. O aquellas que saben mostrar una mayor calidad como ocurre con los dispositivos Apple respecto a Microsoft.
También se da cuando cuentas con un producto innovador que nadie más posee y no se puede copiar. Al menos mientras mantengas la patente o copyright sobre el mismo. Pero son distintos los modos en los que puedes diferenciarte de tu competencia y mostrarte como más interesante y una mejor elección ante el público. Por ejemplo, a través de la personalización de servicios o una cuidada hipersegmentación de la clientela, entre otros.
Claves para crear la ventaja competitiva de tu empresa
Examina tus fortalezas
¿Qué fortalezas posee tu negocio y cuál es la ventaja competitiva que puedes deducir de ellas si la hay? Haz un análisis en profundidad porque puedes estar pasando por alto algo realmente importante y diferenciador. Y eso es lo que te va a dar una ventaja real. Hoy en día no puedes señalar como ventaja competitiva algo muy generalizado, sino que se debe hilar muy fino para encontrarlo.
Por ejemplo, aunque hubo en un tiempo en el que lo hubiera sido, hoy en día no es una ventaja competitiva ser un producto de alimentación o cosmética ecológico. De hecho, en ese caso son los demás productos eco tus competidores por lo que debes encontrar cuál es tu ventaja competitiva respecto a tu nicho de mercado, afinando mucho más. Por ejemplo, que tus productos estén elaborados con ingredientes Km 0. O que sean realmente innovadores y exclusivos.
Cómo mejorar tu producto o servicio para que el público perciba su mayor valor
¿Es tu producto o servicio mejorable? Es interesante que dediques atención a esta posibilidad, porque en ocasiones incluso pequeñas mejoras pueden suponer un gran cambio creando una ventaja competitiva sólida para tu negocio. Por ejemplo, si tienes un pequeño hotel rural, no puedes intervenir sobre su ubicación o paisaje, aunque eso te haría ganar en la percepción del público.
Quizá mejorar las instalaciones también sea complicado por cuestiones monetarias. Pero puedes mejorar otros aspectos importantes como ofrecer servicios complementarios para el ocio o el bienestar durante la estancia y tratar de mejorar la oferta gastronómicas de tu establecimiento.
Adecúa la oferta a tu clientela
Lleves mucho o poco tiempo con tu negocio, es muy probable que hayas detectado en tu clientela un tipo de demanda, necesidad o solicitud común que no has cubierto hasta ahora. Plantéate la posibilidad de adecuar tu oferta para aportar ese valor extra a tu clientelaque te haga más interesante y te destaque de los demás. No se trata de que cambies todo tu modelo de negocio si este va bien, solo de que afrontes pequeños ajustes que mejoren tu ventaja competitiva.
Por ejemplo, en un restaurante puedes contar con un menú o determinados platos veganos en la carta aunque tu oferta general sea para todos los públicos y así captar a las parejas y grupos en los que una persona sigue ese tipo de dieta sin perder al grupo entero. O abrir el comedor hasta un horario más tardío que los otros restaurantes de tu entorno, si con frecuencia llegan personas esperando comer o cenar más tarde de lo que solicita la media de tu clientela.
Trabajar para crear una ventaja competitiva sólida puede ser esencial para el éxito presente y futuro de un negocio. Incluso es aquello que puede permitir superar un momento de crisis en el sector. Por ello merece la pena dedicar un tiempo y esfuerzo a encontrar la ventaja que haga tu negocio más fuerte, sostenible y competitivo.